Archivado en 25 mayo 2016

Nutrición y Cáncer

25 mayo, 2016

La carcinogénesis es un proceso prolongado que puede modificarse favorable o desfavorablemente por efecto de los nutrientes.
Existe un vínculo entre la alimentación y la aparición del cáncer.
Los estudios en los cuales se basa ésta afirmación son epidemiológicos y no hechos especialmente para demostrar qué hace bien o mal, pero podemos asegurar que la exposición a determinados alimentos en forma prolongada permite aceptar su relación con algunos tipos de cáncer. También el consumo habitual de otros alimentos pueden actuar como prevención del desarrollo de ésta enfermedad.

Los estudios epidemiológicos respaldan el vínculo entre la alimentación y la aparición del cáncer pero no contamos con estudios de intervención que permitan asegurarlo dado que la carcinogénesis es un proceso muy prolongado dificultando éste tipo de estudios. La exposición a determinados alimentos en forma prolongada permite su relación con algunos tipos de cáncer.
La mayoría de las revisiones sobre alimentación y cáncer sugieren que más del 30% de los cánceres se asocian a factores nutricionales y podrían prevenirse con intervención en la alimentación.
Los factores relacionados con la alimentación: el alimento, su preparación, su combinación puede influir sobre el inicio, la promoción y el avance del cáncer.
Ejercen influencia a favor de evitar el desarrollo de tumores los antioxidantes (vitaminas y minerales) y los ácidos grasos esenciales (oleico, linolénico); en cambio entre los procarcinogenéticos encontramos sustancias como las aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos policíclicos, derivados de la carbonización; la acrilamida que se forma a partir de los almidones cocinados a altas temperaturas; las nitrosaminas utilizadas para el curado de carnes; contaminantes naturales como la aflatoxina B-1; sustancias químicas naturales en plantas y/o agregadas a los alimentos en las prácticas agrícolas, residuos de pesticidas y/o plaguicidas.
Si bien estas sustancias son dañinas se consideran que su efecto absoluto es pequeño en relación con el impacto que tienen los hábitos alimentarios poco saludables y su profunda relación con el riesgo de cáncer.

Los estudios epidemiológicos respaldan la relación entre el consumo excesivo de grasas saturadas y la incidencia de cáncer, si bien la relación entre grasas trans y cáncer parece ser muy sólidas hay pocos trabajos científicos que lo demuestren.
La alimentación contribuye a la obesidad y ésta enfermedad se vincula con diferentes tipos de cáncer relacionados con el tejido adiposo y su acción endocrina, como por ejemplo el cáncer de mama, útero, próstata y colon principalmente. Alimentaciones pobres en calorías son beneficiosas ya que evitan la presencia de obesidad evitando la carcinogénesis.

La vinculación de mayor prevalencia de cáncer no se relaciona solo con las grasas sino también con ingestas excesivas de azúcares simples (azúcar y miel) y/o proteínas de origen animal (carnes y lácteos).
Múltiples estudios respaldan que la alimentación rica en frutas y verduras se relaciona con menor incidencia de cáncer aún con vegetales que no sean orgánicos por lo que la influencia de los residuos químicos es superado por la beneficiosa influencia de los vegetales.

Las recomendaciones alimentarias basadas en la evidencia científica para evitar la aparición del cáncer o en personas que padecen algún tipo de enfermedad oncológica coinciden con las recomendaciones que se dan para una vida saludable y favorecen la salud integral del individuo, siendo la dieta mediterránea una de las más recomendadas ya que se caracteriza por ser rica en vegetales (frutas y verduras) y en ácidos grasos esenciales presentes en el aceite de oliva.

Cuando el cáncer está clínicamente presente es necesario suplementar nutricionalmente al individuo para evitar el deterioro del paciente ya que puede sumarse la desnutrición, proceso que comúnmente acompaña al cáncer comprometiendo la capacidad funcional de los pacientes.
Una mención a los cánceres que afectan el estado nutricional de un individuo al intervenir en los tiempos de la alimentación como por ejemplo:
- la exposición al tabaco, alcohol se asocia al cáncer de esófago cuya localización compromete la alimentación.
- el cáncer gástrico se relaciona con ingesta excesiva de salados, curados, ahumados y vinagre.
También en éste tipo de tumor, grandes ingestas de vegetales reducen el riesgo de cáncer de estomago.
El consumo de pescado graso, daría protección contra el cáncer colorrectal y de mama.

Mitos y verdades
“La vitamina C previene el cáncer” Si bien su función antioxidante se relaciona con una potencial protección no se ha demostrado que suplementar la dieta con vitamina C favorezca.

“Betacarotenos y Carotenoides” Son los precursores de la vitamina A, presentes en verduras verde oscuro, amarillas y anaranjadas (acelga, espinaca, zanahoria, zapallo, etc) no ha podido demostrarse que su suplementación sea favorable.
“Licopeno” es el carotenoide de color rojo presente en el tomate, no se convierte en vitamina A, tiene una capacidad antioxidante excepcional por lo cual su consumo es muy recomendado.

“Vitamina E”
Es un antioxidante liposoluble, presente en los aceites. No se comprobó que suplementar beneficie hay estudios que están en desarrollo para evaluar si la combinación de ésta vitamina con antioxidantes hidrosolubles como la vitamina C podrían ser más favorables.

“Fibra”
al mejorar el tránsito intestinal la fibra disminuye el riesgo de cáncer de colon.

“Té verde”
no hay estudios concluyentes incorporar té verde, negro o de tipo “oolong” en la alimentación favorece a la salud.

“Aceite de oliva” se lo ha asociada a menores tasa de cáncer aunque solo se es concluyente con respecto a su beneficio sobre la salud en general.

“Edulcorantes artificiales” sacarina, ciclamato, aspartame, sucralosa, etc. La asociación de estas sustancias con el riesgo de cancer solo se evidencio en animales, NO se vincula ninguna prueba en seres humanos.

“Soja” hay pruebas de su relación con cáncer de mama y próstata en poblaciones con alto consumo a lo largo de toda la vida pero los hallazgos son contradictorios, algunos relacionan con la ingesta de productos de la soja como determinados porotos (edamame) consumidos por los japoneses y el fermento de dicho poroto (miso) pero el Instituto Nacional del Cáncer de USA concluye que las pruebas no son definitivas a la fecha y puede recomendarse la soja como componente saludable de una alimentación evitando que reemplace totalmente las carnes de origen animal.

“CLA” Acido linolénico conjugado no hay demostración que sea beneficioso en forma especial, si bien las grasas de la dieta influyen sobre la prevención del cáncer.

Dra. Susana Gutt

Beneficios de la Actividad Física

18 mayo, 2016

La mayoría de las enfermedades crónicas  tiene como causa la interacción de múltiples factores o sea son multicausales. La carga heredo-familiar interactúa con nuestro modo de vida por lo cual, para disminuir el riesgo de desarrollar algunas enfermedades cardiovasculares y/o metabólicas es conveniente actuar sobre los factores de riesgo controlables con modificaciones en nuestra alimentación mejorando la selección de alimentos,  realizando un entrenamiento en el manejo del estrés, abandonando el tabaquismo, si fumamos e incorporar la actividad física a nuestra vida cotidiana.

En este aspecto, el ejercicio puede ser un factor importante para sostener el cambio de estilo de vida, encuestas realizadas a estudiantes por el Instituto Nacional de la Salud de USA mostraron que al iniciar un programa de ejercicios las personas son más susceptibles a cambiar su dieta, comer más alimentos saludables con una menor ingesta grasa y aumenta la elección de  frutas, verduras y fibra. Otras investigaciones sugieren que un programa combinado con alimentación adecuada y ejercicio puede ayudar a prevenir enfermedades como por ejemplo en el Estudio de las Enfermeras realizado en USA en más de 84.000 mujeres trabajadoras en hospitales de todo el país; cuando las enfermeras modificaron su estilo de vida por prácticas más  saludables, incluyendo dieta saludable y ejercicio físico, el riesgo de enfermedad cardiaca fue muy bajo con respecto al grupo de enfermeras que no modificaron su modo de vida. (Cabe aclarar que el estudio de las Enfermeras no es un estudio de intervención, cada una elige su modo de vida y sólo se analiza por grupo las que tienen un estilo de vida saludable y las que no toman en cuenta estás conductas)

La clave para cambiar el modo de vida es sin duda la efectividad de las actitudes que pongamos en marcha para modificarlo, sostenerlas en el día a día y que esta actitud se refleje a largo plazo en una mejor calidad de vida y una disminución en el riesgo cardiovascular.

Las enfermedades como la obesidad, diabetes tipo 2, dislipidemia (grasas altas en sangre) e hipertensión arterial se ven favorecidas por un cambio de estilo de vida.

Se sabe que la falta de ejercicio y los malos hábitos alimentarios en forma conjunta son la segunda causa, luego del tabaquismo, de todas las muertes de Estados Unidos de Norteamérica (EUA), sin contar las causas genéticas.

Muchas organizaciones que trabajan en  prevenir enfermedades crónicas específicas, como la enfermedad cardiaca y el cáncer, incluyen consideraciones tanto de dieta como de actividad física en sus recomendaciones.

 Sabemos que el ejercicio físico trae beneficios, algunos de ellos son:

  •  Disminuye el estrés y la ansiedad, produciendo bienestar físico y mental
  • Previene el sobrepeso y la obesidad.
  • Favorece un mejor descanso.
  • Mejora la circulación y el funcionamiento del corazón y pulmones
  • Favorece el aumento del colesterol bueno (HDL) y disminuye el malo (LDL)
  • Ayuda a disminuir la tensión arterial
  • Disminuye la masa grasa corporal favoreciendo en el mantenimiento del peso corporal
  • Mejora la digestión
  • Previene la osteoporosis 

Les sugerimos ponerse en movimiento, es el primer paso para incorporar la actividad física.

Nutrición y Embarazo

11 mayo, 2016

Existen estudios científicos que han demostrado que si bien la gestación no requiere excesivas cantidades de nutrientes no siempre la mujer en edad reproductiva está en condiciones nutricionales de afrontar el costo energético del embarazo.

Una alimentación saludable durante la gestación asegura un bebe saludable, favorece un parto normal y promueve un buen estado nutricional de la madre para afrontar la lactancia.

El estado nutricional de la madre está directamente relacionado con la salud del feto, por lo cual es importante remarcar una consulta 60 días previos al deseo de concepción para evaluar las características de la alimentación materna y promover los cambios necesarios que aseguren la concepción y formación del feto desde el primer momento de la concepción.

Habitualmente las mujeres llevan una alimentación incompleta, saltean comidas, seleccionan algunos alimentos por su contenido calórico lo cual compromete su estado nutricional.

La valoración del estado nutricional debe ser realizada por el médico junto con el equipo de salud idóneo en alimentación ( Nutricionistas, Enfermeras entrenadas, Instructoras en Salud y Alimentación) lo que permite realizar el diagnóstico y la intervención terapéutica que facilite la realización de una alimentación saludable y cubrir las recomendaciones de nutrientes.

En general se aconseja:

  • Realizar no menos de 4 ingestas al día, fraccionamiento
  • Cubrir las necesidades energéticas de ésta etapa de la vidad
  • Satisfacer las necesidades nutritivas del feto
  • Preparar el organismo materno para el parto
  • Favorecer la reserva grasa para asegurar la lactancia materna

La Soja y sus propiedades

4 mayo, 2016

La soja es uno de las grandes descubrimientos de estas últimas décadas.Si bien en Oriente se la utiliza hace miles de años, en Occidente, se la conoce hace relativamente poco tiempo.

¿Cuáles son sus beneficios?
Se destaca por contener un alto porcentaje de grasas insaturadas, emn mayor cantidad de omega 3 y 6, también, omega 9 , como el aceite de oliva, y es baja en saturadas, que son las que hay que evitar.
También contiene lecitina, una sustancia que emulsiona las grasas colaborando a mantener las arterias limpias, evitando problemas cardiovasculares y equilibrando el metabolismo del colesterol.
Es muy rica en fibras, contiene vitamina A, un alto porcentaje de vitaminas B1, B2, B3, B6 y K y ácido fólico.
Algunos minerales que se encuentran en cantidades apreciables son: el hierro, el calcio , el magnesio , fósforo y potasio.
Entre los oligoelementos, se destaca el cobre, el zinc, el níquel el manganeso y el flúor.
Todos estos nutrientes se potencian cuando las semillas son germinadas.

Subproductos de la soja
Aceite de soja
Cada vez se utiliza más. El aceite de soja es fuente de ácidos grasos esenciales poliinsaturados, sobre todo de ácido linoleico y ácido alfa-linolénico. También tiene lecitinas.

No recomendable para frituras, pero sí en crudo para ensaladas. Pese haber sido perfectamente refinado, puede adquirir sabores extraños, (como a pescado y con aroma a barniz).
Jugo de soja
Su aspecto es similar al de la leche de vaca. Es nutritiva y refrescante. Sin colesterol, sin lactosa y caseína, contiene mucha lecitina. Proporciona más proteínas, menos grasas y menos carbohidratos que la leche de vaca y comparada con la leche materna contiene menos calcio.

Salsa de soja: Resulta ser un condimento sano y sabroso que convierte en suculenta la más sosa de las materias primas. Un buen saborizante de variados tipos de comidas.

Harina de soja
Se presenta desgrasada o integral, cualquiera de las dos son muy apreciadas en repostería porque apenas alteran el sabor del dulce. En una masa se puede prescindir de echar huevo, ya que contiene lecitina, que es un emulsionante natural.

Tofu
Es la concentración de la pulpa de la soja. Pobre en grasas saturadas y sin colesterol. Al contrario que los otros alimentos ricos en proteínas como la carne.
Es una buena fuente de minerales especialmente de magnesio y calcio, pero con la ventaja de tener un bajo contenido en sodio.

Tempeh
Es una “torta” de porotos de soja cultivados. Es suave, de consistencia parecida a la carne, lo que lo hace ideal para sustituirla en los diferentes platillos. Puede cocinarse asado, frito, horneado, al vapor, ser “rallado” como el queso y también cocinado en el microondas. El Tempeh es una excelente fuente de proteína de alta calidad y es bajo en grasa saturada. Es también una buena fuente de fibra. Es una buena fuente de calcio, vitaminas del complejo B y también del mineral hierro y no contiene colesterol

Beneficios para la salud:
Numerosos estudios avalan la acción beneficiosa de la soya en el tratamiento o prevención de los siguientes trastornos:

Desciende el LDL, o “colesterol malo”.
Ejerce una acción protectora sobre el sistema cardiovascular.
Previene el cáncer de la mama y el de próstata.
Reduce los sofocos menopáusicos.
Es fuente de hierro, calcio y potasio.
Regula la concentración de azúcar en la sangre.
Alivia el estreñimiento.