Archivado en 18 mayo, 2016

Beneficios de la Actividad Física

18 mayo, 2016

La mayoría de las enfermedades crónicas  tiene como causa la interacción de múltiples factores o sea son multicausales. La carga heredo-familiar interactúa con nuestro modo de vida por lo cual, para disminuir el riesgo de desarrollar algunas enfermedades cardiovasculares y/o metabólicas es conveniente actuar sobre los factores de riesgo controlables con modificaciones en nuestra alimentación mejorando la selección de alimentos,  realizando un entrenamiento en el manejo del estrés, abandonando el tabaquismo, si fumamos e incorporar la actividad física a nuestra vida cotidiana.

En este aspecto, el ejercicio puede ser un factor importante para sostener el cambio de estilo de vida, encuestas realizadas a estudiantes por el Instituto Nacional de la Salud de USA mostraron que al iniciar un programa de ejercicios las personas son más susceptibles a cambiar su dieta, comer más alimentos saludables con una menor ingesta grasa y aumenta la elección de  frutas, verduras y fibra. Otras investigaciones sugieren que un programa combinado con alimentación adecuada y ejercicio puede ayudar a prevenir enfermedades como por ejemplo en el Estudio de las Enfermeras realizado en USA en más de 84.000 mujeres trabajadoras en hospitales de todo el país; cuando las enfermeras modificaron su estilo de vida por prácticas más  saludables, incluyendo dieta saludable y ejercicio físico, el riesgo de enfermedad cardiaca fue muy bajo con respecto al grupo de enfermeras que no modificaron su modo de vida. (Cabe aclarar que el estudio de las Enfermeras no es un estudio de intervención, cada una elige su modo de vida y sólo se analiza por grupo las que tienen un estilo de vida saludable y las que no toman en cuenta estás conductas)

La clave para cambiar el modo de vida es sin duda la efectividad de las actitudes que pongamos en marcha para modificarlo, sostenerlas en el día a día y que esta actitud se refleje a largo plazo en una mejor calidad de vida y una disminución en el riesgo cardiovascular.

Las enfermedades como la obesidad, diabetes tipo 2, dislipidemia (grasas altas en sangre) e hipertensión arterial se ven favorecidas por un cambio de estilo de vida.

Se sabe que la falta de ejercicio y los malos hábitos alimentarios en forma conjunta son la segunda causa, luego del tabaquismo, de todas las muertes de Estados Unidos de Norteamérica (EUA), sin contar las causas genéticas.

Muchas organizaciones que trabajan en  prevenir enfermedades crónicas específicas, como la enfermedad cardiaca y el cáncer, incluyen consideraciones tanto de dieta como de actividad física en sus recomendaciones.

 Sabemos que el ejercicio físico trae beneficios, algunos de ellos son:

  •  Disminuye el estrés y la ansiedad, produciendo bienestar físico y mental
  • Previene el sobrepeso y la obesidad.
  • Favorece un mejor descanso.
  • Mejora la circulación y el funcionamiento del corazón y pulmones
  • Favorece el aumento del colesterol bueno (HDL) y disminuye el malo (LDL)
  • Ayuda a disminuir la tensión arterial
  • Disminuye la masa grasa corporal favoreciendo en el mantenimiento del peso corporal
  • Mejora la digestión
  • Previene la osteoporosis 

Les sugerimos ponerse en movimiento, es el primer paso para incorporar la actividad física.