13 – Manzana verde tiene menos calorías que la roja.
Falso
Ambas aportan alrededor de 55 calorías cada 100 gramos, lo que ocurre es que la de cáscara verde suele ser más agria que la roja, por ello, se piensa que tiene menos azúcar y calorías.
• Calorías que aportan ambas manzanas: 55 cada 100 g.
14 – Las pastas no pueden incluirse en un plan para bajar de peso.
Falso
Los fideos y las pastas son alimentos energéticos por su contenido en hidratos de carbono pero son bajos en grasas. El tema central es como se acompañen. Es decir, qué salsa se va a elegir y si se le va a agregar queso rallado y en qué proporción.
• Las salsas menos calóricas son: filetto, blanca diet o la combinación de ambas.
• Las más ricas en grasas y calorías son: la 4 quesos, pesto común, salsa crema y las que llevan panceta o chorizo colorado.
15 – Las frutas secas son buenas para el corazón y las arterias.
Verdadero
Las nueces, almendras, maníes y avellanas poseen, además de fibra, grasas beneficiosas y vitamina E, unas sustancias denominadas fotoquímicos las cuales tienen un real efecto protector cardiovascular.
• La cantidad recomendada es de 2 nueces ó 4 almendra o avellanas o 1 cda sopera de maníes (pelados) a diario.
16 – Los lácteos protegen contra la osteoporosis.
Verdadero
La leche, el yogur y los quesos, los ‘amigos de los huesos’, son la fuente alimentaria más importante de calcio debido a su calidad; la cual es sumamente aprovechable por el organismo. No olvide incluirlos en su alimentación para prevenir que los huesos se vuelvan frágiles y haya predisposición a esta enfermedad invalidante.
• Coma como mínimo, tres porciones diarias de lácteos por día.
17 – El tomate tiene más vitamina C que el ají.
Falso
Ambos deben ser consumidos crudos para poder conservar la vitamina pero, en cuanto a la cantidad que poseen, el ají, en promedio, aporta 6 veces más que el tomate. Ambas hortalizas, además, contienen fibra, betacaroenos (el tomate, licopeno, el protector de la próstata) y potasio. Por otra parte, el ají picante (chili) no aporta tanta cantidad de vitamina C pero contiene una sustancia, la capsaicina, que ayudaría a prevenir algunos tipos de cáncer.
• Respecto a las calorías, tanto el ají como el tomate aportan muy pocas.
18 – El ajo y la cebolla son excelentes reguladores de la presión arterial.
Verdadero
Estas hortalizas aportan potasio, un mineral que ayuda a regular la presión arterial, pues produce vasodilatación. Por otro lado, brindan protección contra infecciones, además de contener un fitoquímico denominado alicina, el cual protege contra el cáncer de estómago, específicamente.
Consejo: incluya siempre estos alimentos en su dieta.
19 – El atún tiene más ácidos grasos omega-3 que la merluza.
Verdadero
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasas muy beneficiosas para la salud cardiovascular fundamentalmente. Se encuentran en los pescados y frutos del mar y en algunos alimentos vegetales como las frutas seca (ej. nueces), las semillas (esp. de lino), la soja y los aceites vegetales.
• Respecto a los omega-3 marinos, el atún es uno de lo más ricos en este nutriente: posee 14 veces más omega-3 que la merluza.
20 – Los sándwiches no son saludables.
Depende
Si se sabe elegir bien los ingredientes con que se los prepare, pueden transformarse en una alternativa súper práctica y nutritiva.
• Una sugerencia es elegir pan de salvado o pan árabe integral, carnes magras como peceto, pechuga de pollo sin piel, atún al natural o bastones de surimi (kanikama), o bien, milanesa o hamburguesa de soja, y algunos vegetales, como hojas de lechuga, rodajas de tomate y pepinos, aros de cebolla y pickles.
• El gran problema de los sándwiches, por lo general, suelen ser los aderezos. Se pueden utilizar mostaza y ketchup más tranquilamente porque son bajos en grasas y calorías, también combinados con quesos blancos untables descremados.
• Pero atención con la mayonesa: la misma es rica en grasas y calorías.
• Sería conveniente, por su parte también, moderar el consumo de fiambres y, en todo caso, elegir con baja frecuencia jamón cocido, lomito o pastrón. Obviamente, en caso de utilizar queso, elegirlo descremado.