Archivado en 20 mayo 2015

ALIMENTOS TRANSGÉNICOS

20 mayo, 2015

¿Qué son los alimentos transgénicos?

Son alimentos transgénicos aquellos obtenidos por manipulación genética, la cual se aplica para modificar su composición química logrando que contenga propiedades que favorecen su calidad o resistan sustancias utilizadas para su cultivo.
La biotecnología aplicada a los alimentos hace que los productos derivados de las plantas, animales o micro-organismos, se modifiquen.
El hombre ha sembrado y cosechado semillas, ha realizado injertos en plantas, animales etc. logrando cambios genéticos destinados a aumentar las cualidades benéficas de los mismos, actualmente lo hace en laboratorios.
A partir del año 1994 la FDA (Food and Drug Administration) autoriza la comercialización de alimentos genéticamente modificado, actualmente cientos de vegetales contienen genes ajenos insertados en su ADN obteniendo productos resultantes de la modificación genética que dan mayor durabilidad al alimento, diferente aspecto, etc.
Los alimentos pueden contener aditivos derivados de organismos sometidos a modificación genética, las plantas sometidas a manipulación genética que se cultivan y cosechan (por ejemplo: tomates), alimentos elaborados con productos para el procesamiento (enzimas) creadas por ingeniería genética.
Por ejemplo para conseguir aceites con alto contenido de ácido oleico (un ácido graso saludable) se modificó genéticamente la semilla de girasol o soja, logrando producir luego aceites con alto contenido de ácido oleico, en la soja se logró un contenido del 89 % de oleico vs. 24% de oleico que contiene naturalmente.
Otra de las modificaciones que se introdujo en éste cultivo es la resistencia al glifosato (herbicida utilizado para combatir la maleza de la soja) esto permite fumigar con altas concentraciones de glifosato sin que se altere el cultivo de soja, y sí se destruya su maleza.
Otro ejemplo es el maíz resistente al ataque de determinados insectos logrado a través de un gen que codifica una determinada proteína que tiene acción insecticida.

Si pensamos en términos de beneficio y desventajas podemos decir:

Beneficios:

• Nos permite obtener más producción, si no se daña por los herbicidas.
• Mejorar el contenido de sustancias saludables en los alimentos.
• Aumentar su durabilidad al ser recolectado logra que llegue al destinatario más alejado.

Desventajas:

Como es lógico, si el hombre abusa de los beneficios termina dañando:
• Si fumigamos indiscriminadamente, contaminamos con herbicida la planta, la tierra, etc.
Lo que hoy se obtiene de la información científica es que, en buena medida y sin abusar, los cambios genéticos pueden ser beneficiosos. Además, naturalmente, los cambios genéticos en las plantas y animales se dan en la naturaleza, la biotecnología lo hace en un laboratorio.

Haremos referencia a un informe presentado por una empresa argentina
Tecnoplant, División Biotecnología Vegetal de Bio Sidus, la cual aplica las herramientas de la ingeniería genética vegetal para obtener papa resistente a la amenaza de los principales virus que atacan al cultivo, así como también para otorgarles tolerancia a la acción de herbicidas, que controlan las malezas que afectan el rendimiento del mismo.

La resistencia a estos virus se logra mediante la introducción de genes virales en las plantas. Luego de este proceso, las papas son sometidas a un número de evaluaciones, necesarias para su liberación al campo. Para lograr dicho objetivo, deben contar con la aprobación de la Comisión Nacional De Biotecnología Agropecuaria (CONABIA).

Varias pruebas en comparación con cultivos no infectados han sido realizadas, las cuales arrojaron resultado muy positivos.

Esta técnica representaría una gran ventaja para el productor, ya que le permite, en forma simultánea, bajar los costos de manejo y optimizar la calidad del producto final, que llega al consumidor.

El colesterol , los triglicéridos y la alimentación

13 mayo, 2015

Un consumo en exceso de grasas y azúcares, café, alcohol y comidas copiosas son unas de las causas del aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos
Las dislipemias o alteraciones de los lípidos en sangre son un indicador de riesgo cardiovascular y no hay más aviso que la detección tras un análisis de sangre para evitar un susto inesperado cómo un infarto Una alimentación desordenada y desequilibrada, con un aporte elevado de grasas (totales, saturadas y grasas trans) y azúcares, el abuso de café, alcohol y de las comidas copiosas son causas de alteración de los lípidos plasmáticos.

Los ácidos grasos saturados, aunque no todos, son los factores dietéticos con un impacto más fuerte en el incremento de los niveles de LDL colesterol. El ácido esteárico (chocolate puro, cacao puro), a diferencia de otros ácidos grasos saturados (láurico, mirístico y palmítico), no aumenta el colesterol total. Estos tres últimos son más abundantes en manteca, aceite de coco, grasa de la leche y productos derivados de la leche entera (quesos, lácteos enteros ), carnes grasas y derivados.

Por otra parte, los ácidos grasos parcialmente hidrogenados (grasas trans) de origen industrial, que representan entre el 2% y el 5% del consumo total de energía, tienen un efecto similar al de las grasas saturadas, o incluso mayor, sobre el incremento del LDL colesterol ( colesterol malo ) La clave está en sustituir parte de los ácidos grasos saturados por ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva). Así se consigue un efecto hipocolesterolemiante positivo. Al sustituir las grasas saturadas por hidratos de carbono complejos con fibra (arroz, pasta y pan integrales, y legumbres) también se consigue un efecto reductor del colesterol total, aunque menor, por lo que se consideran sustitutos adecuados.

Los metabolismos de la glucosa y de los lípidos tienen una relación muy estrecha, de forma que cualquier perturbación en el metabolismo de los carbohidratos inducida por un consumo de hidratos (en particular de azúcares o hidratos con alto índice glucémico y bajos en fibra) también conduce a un aumento en las concentraciones de triglicéridos. Una dieta rica en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas mejora de manera significativa la sensibilidad a la insulina, en comparación con una ingesta alta de grasas saturadas.Otro efecto reductor de los triglicéridos se observa con los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega 3. El consumo adecuado de alimentos naturales ricos en omega 3, como los pescados azules, a menudo es insuficiente para lograr un efecto clínico significativo, por lo que se puede recurrir, siempre bajo asesoramiento, al uso de complementos de omega 3. Respecto al alcohol, en personas con hipertrigliceridemia, incluso una pequeña cantidad (una copa de vino al día o una pequeña de cerveza) puede incrementar las concentraciones de triglicéridos.
La clave está en prescindir de los azúcares y controlar, e incluso limitar, el consumo de fruta (fuente de fructosa, azúcar con importante impacto en el incremento de triglicéridos). Hay que eliminar el consumo de cualquier tipo de bebida alcohólica, incluidas las de baja graduación como vino, cerveza, sidra, cava o champán, aunque se tomen en pequeña cantidad.
El consumo de ácidos grasos saturados en lugar de ácidos grasos insaturados tiene un pequeño efecto, muy limitado o incluso nulo en ciertos individuos, sobre los niveles plasmáticos de HDL colesterol ( colesterol bueno ) al igual que sucede con el consumo de ácidos grasos omega-3. Además, una dieta con alto contenido en fructosa y/o sacarosa se asocia con una disminución más pronunciada en HDL colesterol. Uno de los efectos positivos más pronunciados en el aumento del HDL colesterol es la práctica diaria de actividad física aeróbica, como caminar a paso ligero o cualquier actividad similar o equivalente (andar en bicicleta, nadar, sedentarismo).

El aceite de oliva virgen extra y los pescados azules no pueden faltar en la dieta de protección cardiovascular, aunque estos alimentos no tengan unos efectos relevantes sobre el aumento del HDL colesterol en particular. No se deben consumir alimentos que incluyan entre sus ingredientes ácidos grasos parcialmente hidrogenados (grasas trans), como son algunos productos de panadería y repostería industrial.

Pautas alimentarias para una buena calidad de vida

6 mayo, 2015

La importancia del ritmo lento al comer

¿Cuántas veces ha continuado comiendo pese a sentirse ya saciado?

¿Cuántas veces, con apetito ha devorado el plato en pocos minutos?

Fraccionar las ingestas en 4 a 6 veces a lo largo del día eligiendo alimentos de bajo contenido en grasas y/o azúcares simples (azúcar, miel, dulces) es más saludable que comer la misma cantidad de comida en 2 a 3 ingestas en el día.

Si nuestra vida tiene un ritmo  agitado y no tenemos o no nos “hacemos” el tiempo suficiente para comer adecuadamente finalmente comemos lo rápido, lo fácil…la famosa “comida chatarra o rápida” y piense cómo comemos ni siquiera lo hacemos cómodos y sentados, ni tampoco nos detenemos a masticar lentamente, a saborear lo que facilita el progresivo aumento de peso y disminuye nuestro estado de Salud.

Con un simple cambio de hábito podemos mejorar nuestra salud y tener un peso saludable… ¿Cómo?

  • coma lento y saborear la comida
  • masticar bien por lo menos 10 veces de cada lado de la boca permite mezclar el alimento con la saliva que contiene enzimas digestivas y forma con el “amasado” de la lengua el bolo alimenticio que permitirá una mejora en la digestión
  • disfrutar del momento desde que uno comienza a comer. Entre las numerosas funciones de la comida, se encuentra la del placer.

El “placer” de comer 

Se obtiene placer  al comer a través del sabor agradable de los alimentos en la boca. También la textura de los mismos hacen a la palatabilidad.  Para reflexionar sobre el tema nos preguntaremos: ¿por qué retenemos los alimentos en la boca durante unos escasos segundos, masticándolos sólo una vigésima parte del tiempo requerido , forzándolos a bajar por el esófago hacia el estómago, donde ya no nos proporciona ningún placer? Se trata de modificar el hábito alimentario, cortar los bocados más pequeños y masticarlos más de 10 veces de cada lado de la boca. Es importante apoyar los cubiertos sobre el plato entre bocado y bocado para hacer conciente ese momento y poder registrarlo. No realizar actividades simultáneas cuando comemos: mirar TV, leer, computadora, responder mails, hablar por teléfono, etc.

Tómese unos minutos para comer tranquilamente y estar atento al tiempo de la alimentación.

¿Qué beneficios me traerá?  Bajar de peso: porque la señal de saciedad demora aproximada mente 20 minutos en llegar a nuestro cerebro. Si comemos rápido, podemos seguir comiendo pasado el punto en que estamos saciados.
Si comemos despacio, tendremos el tiempo suficiente para darnos cuenta de que estamos satisfechos y hemos saciado el hambre.  Seleccione alimentos más sanos, pero si está buscando perder peso, comer lentamente debería ser parte de su nuevo estilo de vida.

Para comenzar, propóngase aplicar esta conducta de a una comida a la vez, ello resultará más fácil a la hora de implementar el hábito. “Si uno come rápidamente está básicamente llenando el estómago antes de que la información gástrica tenga una oportunidad de generarse, uno podría estar desbordando la capacidad del estómago”.  Masticar cada porción: “el viejo dicho de masticar cada bocado 20 veces puede ser verdad – sólo requiere un poco más de tiempo”. El comer rápido podría interferir con el sistema de señalización que le indica al cerebro a no seguir consumiendo porque el estómago se está distendiendo.

Comer más lento mejora la digestión, disminuye la cantidad total de alimentos ingeridos, favorece la palatabilidad por lo cual disfrutaremos más de un bocado sabroso.

Dra. H S Aragona