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Colon irritable o intestino irritable

24 abril, 2019

Es una enfermedad muy frecuente, relacionada con un mal funcionamiento del intestino.

Quienes padecen esta enfermedad se quejan de dolor abdominal, distensión abdominal,  diarreas o estreñimiento o ambos: diarreas alternándose con estreñimiento.

El inicio o la presencia de dolor abdominal se asocia habitualmente con deseos de evacuar o con cambios en la frecuencia o la consistencia de las deposiciones y frecuentemente, la persona relaciona su comienzo con la ingesta de alimentos concretos.

La distensión abdominal y el meteorismo se desarrollan progresivamente a lo largo del día.

Son frecuentes la saciedad precoz tras la ingesta, las nauseas, los vómitos y el ardor o pirosis. Otros síntomas son la sensación de evacuación incompleta y la presencia de moco en las deposiciones.

Algunos consejos para mejorar los síntomas:

- Evitar las comidas copiosas y fraccionar la alimentación en 5-6 comidas al día reduciendo así el volumen de cada toma.

-Masticar varias veces los bocados, ayudará a incorporar menos aire y favorecerá la digestión.

- Evitar alimentos que claramente molestan (se debe valorar de forma individualizada, ya que lo que a unos sienta bien a otros no y viceversa)

- Reducir el consumo de grasa total .

- En muchos casos es necesario limitar la leche, se puede incluir la leche sin lactosa.

- Comer  frutas y verduras cocidas y subdivididas (ralladas, en compota, hervidas )

- Comer en ambiente relajado y tranquilo, masticar bien los alimentos.

-Disminuir o evitar infusiones y bebidas colas.

- Evitar la ansiedad, las corridas….

-Agregar fibra soluble, cómo el salvado de avena, que favorece el tránsito intestinal, evitando las molestas digestivas.

¿Qué es el Indice glucémico ?

17 abril, 2019

¿Qué es el Indice Glucémico?

Los carbohidratos son el grupo de nutrientes que más afectan los niveles de azúcar en la sangre. Pueden ser complejos (como los de los almidones) o simples (como los de las frutas y azúcares). Un gramo de hidratos de carbono aporta cuatro calorías. El índice glucémico ( IG ) es un término que indica la capacidad que tiene un alimento de subir el nivel de azúcar de la sangre. Se expresa en porcentaje que va de 0 a 100, siendo 100 el alimento que tiene una capacidad  alta para subir el azúcar de la sangre como la glucosa.

El  escoger alimentos que tengan un índice glucémico bajo puede ayudar a controlar la subida de azúcar que ocurre tras las comidas. Esto se traduce en niveles más estables de azúcar en la sangre, lo que a su vez ayuda a mantenernos sin hambre hasta la siguiente comida.

Puede medirse solamente a través de métodos científicos, pero afortunadamente existen tablas que nos muestran el IG de los alimentos comúnmente consumidos por la población.

Los alimentos se clasifican en bajo, mediano y alto IG. Se considera que un alimento tiene bajo IG si su rango es menor de 55 %, es mediano si su rango está entre 56 % y 69 % y de alto IG si su rango es mayor a 70%.

Los azúcares refinados tienen el más alto índice glucémico pues son rápidamente digeridos y por lo tanto producen un mayor aumento de glucosa en sangre.

Al contrario de los azúcares refinados, la fibra tiene un bajo índice glucémico ya que eleva más lentamente la glucosa en la sangre. Esto constituye una razón más para que aumentes tu consumo de fibra.

Las personas con diabetes deben incluir alimentos ricos en fibras en su alimentación precisamente porque retardan el paso de la glucosa a la sangre, y esto ayuda a controlar sus niveles de azúcar en la sangre. Además, como la fibra contiene pocas calorías también ayuda al control del peso.

Algunos estudios sugieren que las dietas ricas en alimentos con un índice glucémico bajo también mejoran los niveles de colesterol y de triglicéridos y pueden reducir el riesgo de enfermedades renales.

El índice glucémico no debe utilizarse como una guía dietética completa, es simplemente una indicación respecto a cómo responderá el metabolismo de los carbohidratos ingeridos.

Cómo elegir alimentos con bajo índice glucémico

Puedes lograrlo con solo incluir en tu alimentación:

1- Elegir  cereales  basados en avena integral, cebada y salvado.
2- Cambiar el pan blanco por pan integral;
3- Consumir pastas hechas con harina integral, y al dente ,
4- Reducir la  papa en tus comidas, consumirla  cocida y enfriada.
5- Aumentar el consumo de frutas y vegetales bajos en azúcar,
6- Cambiar el arroz blanco  por un arroz con menos almidón. Una buena opción son el tipo Basmati, el Doongara o el arroz japonés koshikari;
7- Incluir  el couscous (sémola) y la quinoa (o quinua); su índice glucémico es bajo y su contenido nutricional es superior a otros granos, siendo su proteína de alto valor biológico semejante a la de la leche.

Nutrición y prevención del cáncer

3 abril, 2019

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos estableció que un 35% de los tumores tienen su origen o están relacionados con factores alimentarios. Esta cifra es comparable a la de los casos de cáncer producidos por el tabaco, contabilizados en un 30%. Así los expertos sitúan los factores alimentarios a la cabeza de los factores de riesgo tumoral.

En general, los alimentos vegetales reducen el riesgo de cáncer. Por ejemplo, las verduras reducen el riesgo de cáncer de boca y faringe, esófago, pulmón, estómago, colon y recto, laringe, páncreas, mama y vejiga , hígado, ovario, endometrio, cuello del útero, próstata, tiroides y riñón .
De manera similar, las frutas reducen el riesgo de cáncer de boca y faringe, esófago, pulmón y estómago, laringe, páncreas, mama y vejiga , ovario, endometrio, cuello del útero y tiroides .
Por contraste, el alcohol, la carne, las dietas grasas y la obesidad incrementan el riesgo de diversos cánceres. La carne, por ejemplo, probablemente incrementa el riesgo de cáncer colorectal, y posiblemente incrementa el riesgo de los de páncreas, mama, próstata y riñón.
Los estudios realizados sobre vegetarianos muestran que tienen una menor incidencia de cáncer en general y de varios tipos específicos, tras tomar en consideración los efectos de otros factores del estilo de vida tales como el fumar y la cantidad de ejercicio. Estos beneficios se deben no sólo a la exclusión de la carne, sino también a la inclusión de una mayor cantidad y variedad de alimentos vegetales que contienen una amplia gama de sustancias que previenen el cáncer.

Recomendaciones dietéticas
– Elegir dietas basadas predominantemente en vegetales, ricas en diversidad de verduras y frutas, legumbres y alimentos almidonados mínimamente refinados
– Mantener un peso corporal razonable
– Dedicar una tiempo para realizar actividad física regularmente.
– Comer diariamente cinco raciones de verduras y frutas variadas, durante todo el año .
– Comer diariamente cereales (granos), legumbres. Elegir alimento mínimamente procesados. Limitar el consumo de azúcar refinado .
– Limitar las bebidas alcohólicas, si no del todo, a menos de dos vasos al día para los varones y una para las mujeres .
– Limitar el consumo de carne roja por día .
– Limitar el consumo de alimentos grasos, especialmente aquellos de origen animal.
.. Limitar el consumo de alimentos salados y el uso de la sal en la cocina y en la mesa .
– Otras recomendaciones se refieren al almacenamiento y conservación de la comida, la supervisión y aplicación de límites fiables para los aditivos alimentarios, el evitar los alimentos carbonizados y / o ahumados.. También se recomienda a los consumidores no fumar.

Frutas y verduras ayudan al cuidado de nuestra piel en verano

27 marzo, 2019

Incluir frutas y verduras en la dieta es, sin duda, una de las mejores maneras de asegurar los niveles adecuados de líquidos que precisa nuestro organismo para evitar la deshidratación. Estos alimentos presentan, además, un bajo aporte energético y resultan muy adecuados para las épocas de calor, en las que nuestro cuerpo no necesita tantas calorías como en las estaciones más frías

Las frutas y verduras son comidas livianas y refrescantes, aportando un elevado contenido de agua y otros nutrientes esenciales para nuestro organismo.
Por su contenido en fibra, permiten que saciemos el apetito, ayudan a un buen funcionamiento del intestino. Su riqueza en antioxidantes naturales protege nuestra salud. En definitiva, no se trata de comer menos en verano, pero sí de seguir una dieta distinta, ya que el número de calorías que precisamos es menor y la hidratación mayor.
Las verduras y frutas de temporada no deben de faltar en nuestra mesa. Si las consumimos crudas, aprovecharemos mejor todos sus nutrientes, ya que la cocción en agua o en un medio graso (aceite) destruye gran parte de las vitaminas que contienen.
Ayudan mucho a nuestra piel, pues en verano aumentan sus cuidados porque los rayos solares son los mayores agresores y el principal factor de su envejecimiento. Una alimentación equilibrada y una buena hidratación la protegen . Si se sigue una dieta que asegure el aporte correcto de todos los nutrientes básicos, podremos mantenerla en perfecto estado de salud, siempre y cuando no la sometamos después a baños de sol intenso sin ningún tipo de protección.
Los ácidos grasos insaturados como el ácido oleico, presente en el aceite de oliva , la palta y la grasa, que contienen los aceites de semillas, frutos secos oleaginosos y el pescado (sobre todo el azul) son imprescindibles para mantener una piel bien estructurada e hidratada.

La vitamina A ejerce un papel esencial en la renovación de la piel y de las mucosas. Se encuentra en los alimentos de origen animal: hígado, grasas lácteas, huevo, lácteos completos y en forma de beta-carotenos (el organismo los transforma en vitamina A cuando lo necesita) en las verduras de hoja verde y de coloración rojo-anaranjado-amarillento (zanahoria, tomate¿) y en ciertas frutas ( cerezas, melón ).

La vitamina E actúa evitando la acumulación de radicales libres (acción antioxidante) que en verano aumentan por la acción de los rayos solares y provocan las denominadas manchas de envejecimiento. Encontramos buena cantidad de vitamina E en el aceite de germen de trigo, aceite de soja, cereales de grano entero, aceites de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.

La vitamina C o ácido ascórbico es también un antioxidante. Además, mejora la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel tersa y sin arrugas. La mejor forma de incorporar esta vitamina es a través de frutas y verduras, frescas y crudas. Abunda en alimentos de temporada como kiwi, melón, fresas, moras, pimientos o tomate.

Las vitaminas del grupo B actúan sobre el estado de la piel, cabello, mucosas e intervienen en los procesos de renovación celular, entre otras funciones. Aparecen en la mayoría de alimentos de origen vegetal (verduras, fruta fresca, frutos secos, cereales, legumbres) y en los de origen animal (carne y vísceras, pescado y marisco, huevos y en los productos lácteos). Se debe prestar especial atención al ácido fólico, que encontraremos mayoritariamente en la verdura de hoja verde, legumbres verdes, frutas, cereales de desayuno enriquecidos e hígado.
El selenio es un mineral con acción antioxidante, relacionado con un menor riesgo de aparición de ciertos tumores, entre ellos el de piel. Se encuentra en carne, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras.

El cinc favorece la formación de nuevas proteínas (renovación celular) y el buen estado de la piel y las mucosas (tonicidad y elasticidad de la piel). Abunda en carnes, vísceras, pescado, huevos, cereales completos y legumbres.

No olvidar: una alimentación equilibrada favorece un adecuado funcionamiento de nuestro organismo.

ALIMENTOS “LIGHT” BAJO LA LUPA…II

20 marzo, 2019

GASEOSAS
Trampa: si bien pueden consumirse sin miedo a engordar, el abuso es nocivo, porque algunas tienen alto contenido de cafeína y de ácido fosfórico, que podría interferir en la absorción de calcio. La mayoría de las “Light” no contienen calorías ni nutrientes.

HELADOS
Trampa: algunos “Light” tienen un menor porcentaje de calorías, pero, aún así, pueden tener azúcar, crema, chocolate, etc.

ACEITE
Trampa: no preste atención s los avisos de “sin colesterol”. Esto es un engaño comercial, ya que todo alimento de origen vegetal carece de colesterol y todos aportan las mismas calorías.

MAYONESA
Trampa: si bien es cierto que la versión “Light” tiene la mitad de calorías que la tradicional, aún así, debe consumirse con moderación. Mídala en cucharitas y úsela en reemplazo del aceite o de la versión común.

JUGOS DE FRUTA
Trampa: algunos anuncian ser 100% naturales o Light; pero, en realidad, tienen abundantes conservantes, colorantes e, incluso, azúcar. Beba sólo los que usted exprime, con moderación.

ALIMENTOS “LIGHT” BAJO LA LUPA…I

13 marzo, 2019

YOGURES
Trampa: no todos son reducidos en calorías; algunos yogures descremados tienen azúcar. Otros llevan el rótulo “Light”, pero vienen con un colchón de frutas que tienen azúcar. Lea la etiqueta.

CHOCOLATES
Trampa: algunas versiones “Light” superan en calorías a la común, debido a un aumento de grasas y a la disminución de hidratos (azúcar).

MERMELADAS
Trampa: las “bajas calorías” tienen aproximadamente, la mitad de las calorías que un producto tradicional. Pero también existen las “Light” con una reducción calórica no tan marcada (solo 20% menos que las clásicas) y otras que, en lugar de azúcar, tienen fructosa, que aporta iguales calorías.

LECHE
Trampa: en general, se piensa que el envase “verde” significa descremada y esto es falso. La principal diferencia entre la entera, la semidescremada y la descremada se encuentra en el contenido en grasa, que es reducido. Muchas, son parcialmente descremadas (1,5% g. de grasa) y otras, sí son realmente 0% de grasa y de colesterol.

GALLETITAS
Trampa: muchas de las que dicen ser dietéticas tienen una cantidad semejante en calorías a las clásicas.

DULCE DE LECHE
Trampa: es uno de los productos más engañosos. Con comer sólo una cucharada y media del “Light”, incorporará las mismas calorías que con una cucharada del clásico.

QUESOS DESCREMADOS
Trampa: cuidado con los descremados, que contienen mucha más sal que los enteros; o con ciertos untables, que pueden tener mucha grasa.

PANES
Trampa: el que se anuncia como “salvado doble diet” tiene mínimas diferencias calóricas con respecto al pan lactal común. Por su parte los panes sin sal y los de gluten poseen, por lo general, más calorías que el común. Lo mismo ocurre con el pan de soja Light, que posee más calorías que el integral. Los únicos realmente efectivos para los planes de adelgazamiento son algunos integrales.

PASTAS
Trampa: las dietéticas contienen más calorías que las comunes, por su mayor cantidad de gluten.
Consuma las tradicionales, controlando las cantidades. El laminado (si son finas o gruesas) y el punto de cocción (blandas o “al dente”) son los que determinan la acción engordante de ellos.
Para un plan de adelgazamiento, hay que preferir pasta corta, de laminado grueso y “al dente” (por ejemplo, moñitos y tirabuzones).

8 de marzo DIA DE LA MUJER

6 marzo, 2019

Nuestro regalo a todas las mujeres:

En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.  Gabriel Garcia Marquez

Nuestra información sobre el Día Internacional de la Mujer:

Si bien los antecedentes históricos no son muy claros se los relaciona con dos hechos históricos ambos sucedidos en la ciudad de Nueva York.

1-      la gran marcha de trabajadoras textiles en el año 1857  en la cual miles de mujeres marcharon por las miserables condiciones laborales y

2-      en 1908, 40,000 costureras industriales  se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos, mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil. Durante la huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga

 

Así el Ministerio de Educación de la Nación hace referencia en su página al día de la mujer:

Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional.”
(Declaración y Programa de Acción de Viena, parte I, párrafo 18)

Alimentos asociados con la duración y la calidad del sueño

23 enero, 2019

Diversos estudios señalan que sentirse descansado aún habiendo dormido pocas horas (o todo lo contrario, levantarse cansado pese a haber dormido horas suficientes) está influenciado en gran medida por el tipo de alimentos consumidos. Del mismo modo, las personas que duermen menos tienen mayores probabilidades de consumir más alimentos ricos en energía, como las grasas o los hiejor.dratos de carbono refinados.Diversos artículos explican la relación entre el sueño y la dieta, y ofrece recomendaciones nutricionales para dormir mejor

Lo que comemos horas antes de acostarnos puede condicionar la duración y la calidad del sueño. Y, en paralelo, el sueño tiene una gran influencia sobre nuestras opciones dietéticas. Así lo señalan diversos estudios epidemiológicos y transversales que han investigado los mecanismos del sueño y la dieta. La revisión llevada a cabo en el Instituto de Biomedicina, Farmacia y Fisiología de la Nutrición de la Universidad finlandesa de Helsinki concluye que las personas que duermen menos tienen mayores probabilidades de consumir más alimentos ricos en energía (como las grasas o los carbohidratos refinados), así como de consumir menos porciones de verduras y tener unas pautas dietéticas más irregulares.

En otro estudio se comprobó que la duración corta del sueño se asocia con el aumento de peso y la obesidad, la diabetes, la enfermedad cardiovascular y el déficit de rendimiento.

Recomendaciones nutricionales para dormir mejor

En general, los alimentos que afectan a la disponibilidad del triptófano, a la síntesis de serotonina y de melatonina pueden ser más útiles en la promoción del sueño. La melatonina es una molécula clave en la regulación del ciclo sueño-vigilia en seres humanos, mientras que la serotonina, sintetizada en el cerebro, juega un papel importante en la mejora del estado de ánimo, la saciedad y la regulación del sueño.
Ciertas frutas y verduras son ricas en serotonina, pero el acceso de serotonina exógena al sistema nervioso no es fácil debido a la barrera hematoencefálica del cerebro. Sin embargo, sendas moléculas se sintetizan a partir del triptófano, un aminoácido que sí atraviesa con facilidad esta barrera cerebral. En el caso de la melatonina, su secreción a la sangre por parte de la glándula pineal es muy intensa en la oscuridad (durante la noche). Es por ello que puede interesar incluir en la cena alimentos ricos en triptófano, un compuesto que permite al organismo sintetizar serotonina y melatonina

Pero, ¿qué alimentos contienen este aminoácido? Los alimentos ricos en proteínas, en general, también lo son en triptófano (pescados, huevos, pollo, pavo); además de otros como legumbres (en particular la soja y sus derivados, como el tofu), los frutos secos (nueces), las semillas (sésamo, pipas de calabaza) y algunas frutas (banana y palta ). Al mismo tiempo, los carbohidratos desencadenan una respuesta en la secreción de insulina que mejora la biodisponibilidad de triptófano en el sistema nervioso central.
Para sintetizar la serotonina y para que se dé una buena conexión nerviosa, el organismo, además de triptófano, requiere de otros nutrientes como los ácidos grasos omega 3 y oligoelementos como el magnesio y el zinc. El pescado azul, las nueces y las verduras de hoja verde tampoco deberían faltar de la dieta. Tener en cuenta estos aspectos dietéticos puede resultar de interés a personas susceptibles a sufrir depresión o a quienes tienen problemas para conciliar el sueño.

Hígado graso: dieta recomendada

16 enero, 2019

El hígado graso es una afección caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado y es la enfermedad hepática crónica más común en el mundo occidental. En estos casos, una selección adecuada de alimentos y complementos nutricionales favorecen la recuperación de los hepatocitos, las células hepáticas, y hasta puede conseguir que el trastorno revierta, según la fase de desarrollo. Los consejos nutricionales para combatir el hígado graso son claves. Se requiere una dieta con más fibra, sin azúcares simples, menos grasas malas y nada de alcohol. Además, los ácidos grasos omega-3 están considerados los protectores del hígado.

La composición de la dieta afecta a la acumulación de grasa y la inflamación hepática. En consecuencia, una alimentación adecuada, propuesta con precisión y conocimiento por un nutricionista, se convierte en la diana para la mejoría o la curación de esta dolencia.
En términos generales, el control de las calorías de la dieta es clave para favorecer la pérdida de peso en personas con sobrepeso y obesidad. A estas indicaciones se suman otras infalibles como: aumentar el consumo de fibra, reducir los azúcares simples y las grasas saturadas, aumentar los ácidos grasos omega-3 y suprimir sin dilación cualquier tipo de bebida alcohólica.

-Más fibra: la fibra retrasa el vaciamiento gástrico. Esto provoca una gran sensación de saciedad que contribuye a controlar el apetito y, de forma indirecta, ayuda a reducir el peso. Además, la fibra limita el incremento de la glucemia tras las comidas y ayuda a controlar la resistencia a la insulina, habitual en las personas afectadas de hígado graso.
Elegir alimentos integrales, incluir legumbres y cereales, según tolerancia, entre 2 y 3 veces por semana, así como añadir las verduras a cada comida

-Sin azúcares simples: una alimentación rica en azúcares simples disminuye la sensibilidad a la insulina y aumenta el nivel plasmático de triglicéridos y ácidos grasos libres, lo cual conduce a esteatosis hepática.Estos azúcares se concentran de forma mayoritaria en el propio azúcar usado para endulzar o en aditivos azucarados que se añaden a alimentos procesados azucarados ( productos de panadería ) . El objetivo es aprender a cocinar dulce sin recurrir a la adición de azúcar. Como endulzante se puede emplear la estevia, o sucralosa.Incluso, será conveniente limitar de forma temporal el consumo de fruta fresca por su aporte de fructosa a la dieta.

-Menos grasas malas: un exceso de grasas dificulta el metabolismo de los lípidos, lo que favorece la acumulación de grasa en hígado (esteatosis) y la progresión del hígado graso no alcohólico. Asimismo, el consumo en exceso de grasas saturadas y de grasas trans (peor aún) aumenta el riesgo cardiovascular, un aspecto que se debe prevenir si se padece esta patología hepática. Favorecer el consumo de aceite de oliva virgen extra (rico en ácidos grasos monoinsaturados), como reemplazo de los alimentos ricos en grasas saturadas (leche entera, quesos, manteca, embutidos, carne grasa, repostería ).

-Nada de alcohol: el alcohol es un tóxico para el hígado, un órgano dañado por la inflamación y el acúmulo graso.
Es adecuado eliminar el consumo de todo tipo de bebidas alcohólicas, incluidas las de baja graduación, como la cerveza, el vino, la sidra, el champán
Diagnosticar hígado graso, o esteatosis hepática no alcohólica, es difícil porque no hay unos síntomas claros y definitorios. Aunque es frecuente que las personas afectadas manifiesten claros signos digestivos -distención abdominal después de comer, plenitud o digestiones pesadas y largas-, estas molestias no se entienden como resultado de una afección hepática, sino más bien como molestias digestivas que se sobrellevan pese a su incomodidad.

Sin embargo, su tratamiento es clave para evitar complicaciones crónicas cómo la cirrosis y el cáncer de hígado , y tener en cuenta que esta patología mayoritariamente está presente en el contexto de un Síndrome Metabólico

¿Es posible dejar de fumar y no subir de peso?

2 enero, 2019

Dejar de fumar implica para la mayoría de las personas experimentar un aumento de peso que en promedio llega a los 7 kg. Una revisión publicada éste año evalúa distintos tipos de intervenciones propuestas para abandonar el hábito, en relación con los efectos que ellas provocan sobre las variaciones del peso corporal.

El propósito esencial de la revisión era identificar intervenciones diseñadas específicamente para ayudar a dejar el hábito y limitar el aumento de peso consecuente con ello e intervenciones generales diseñadas para ayudar a dejar el hábito sin tener en cuenta el efecto sobre el peso corporal.

Principales Resultados

Se revisaron estudios en los cuales se usaron medicamentos para abandonar el hábito tabáquico y el aumento de peso fue controlado con dieta o con programas cognitivo-conductuales para contener el aumento de peso. Se halló en la literatura médica que la actividad física no tuvo efecto en los primeros meses en relación al aumento de peso pero sí a los 12 meses en los pacientes que sostuvieron la misma en los cuales se muestra que favorece un descenso promedio de 2 kg del peso inicial.

Conclusiones

En relación al aumento de peso corporal que se registra a continuación de los tratamientos para el abandono del hábito tabáquico no se puede establecer exactamente qué tipo de tratamiento resultarían clínicamente más efectivo para limitar la ganancia de peso. En los tratamientos no farmacológicas parecen efectivos el tratamiento cognitivo-conductual, las dietas bajas en calorías y el ejercicio, este último, sólo a largo plazo. No resulta efectivo, en cambio, el mero asesoramiento sobre control del peso.