Archivado en 29 noviembre 2017

Frutas y verduras ayudan al cuidado de nuestra piel en verano

29 noviembre, 2017

Incluir frutas y verduras en la dieta es, sin duda, una de las mejores maneras de asegurar los niveles adecuados de líquidos que precisa nuestro organismo para evitar la deshidratación. Estos alimentos presentan, además, un bajo aporte energético y resultan muy adecuados para las épocas de calor, en las que nuestro cuerpo no necesita tantas calorías como en las estaciones más frías

Las frutas y verduras son comidas livianas y refrescantes, aportando un elevado contenido de agua y otros nutrientes esenciales para nuestro organismo.
Por su contenido en fibra, permiten que saciemos el apetito, ayudan a un buen funcionamiento del intestino. Su riqueza en antioxidantes naturales protege nuestra salud. En definitiva, no se trata de comer menos en verano, pero sí de seguir una dieta distinta, ya que el número de calorías que precisamos es menor y la hidratación mayor.
Las verduras y frutas de temporada no deben de faltar en nuestra mesa. Si las consumimos crudas, aprovecharemos mejor todos sus nutrientes, ya que la cocción en agua o en un medio graso (aceite) destruye gran parte de las vitaminas que contienen.

Ayudan mucho a nuestra piel, pues en verano aumentan sus cuidados porque los rayos solares son los mayores agresores y el principal factor de su envejecimiento. Una alimentación equilibrada y una buena hidratación la protegen . Si se sigue una dieta que asegure el aporte correcto de todos los nutrientes básicos, podremos mantenerla en perfecto estado de salud, siempre y cuando no la sometamos después a baños de sol intenso sin ningún tipo de protección.

Los ácidos grasos insaturados como el ácido oleico, presente en el aceite de oliva , la palta y la grasa, que contienen los aceites de semillas, frutos secos oleaginosos y el pescado (sobre todo el azul) son imprescindibles para mantener una piel bien estructurada e hidratada.

La vitamina A ejerce un papel esencial en la renovación de la piel y de las mucosas. Se encuentra en los alimentos de origen animal: hígado, grasas lácteas, huevo, lácteos completos y en forma de beta-carotenos (el organismo los transforma en vitamina A cuando lo necesita) en las verduras de hoja verde y de coloración rojo-anaranjado-amarillento (zanahoria, tomate¿) y en ciertas frutas ( cerezas, melón ).

La vitamina E actúa evitando la acumulación de radicales libres (acción antioxidante) que en verano aumentan por la acción de los rayos solares y provocan las denominadas manchas de envejecimiento. Encontramos buena cantidad de vitamina E en el aceite de germen de trigo, aceite de soja, cereales de grano entero, aceites de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.

La vitamina C o ácido ascórbico es también un antioxidante. Además, mejora la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel tersa y sin arrugas. La mejor forma de incorporar esta vitamina es a través de frutas y verduras, frescas y crudas. Abunda en alimentos de temporada como kiwi, melón, fresas, moras, pimientos o tomate.

Las vitaminas del grupo B actúan sobre el estado de la piel, cabello, mucosas e intervienen en los procesos de renovación celular, entre otras funciones. Aparecen en la mayoría de alimentos de origen vegetal (verduras, fruta fresca, frutos secos, cereales, legumbres) y en los de origen animal (carne y vísceras, pescado y marisco, huevos y en los productos lácteos). Se debe prestar especial atención al ácido fólico, que encontraremos mayoritariamente en la verdura de hoja verde, legumbres verdes, frutas, cereales de desayuno enriquecidos e hígado.

El selenio es un mineral con acción antioxidante, relacionado con un menor riesgo de aparición de ciertos tumores, entre ellos el de piel. Se encuentra en carne, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras.

El cinc favorece la formación de nuevas proteínas (renovación celular) y el buen estado de la piel y las mucosas (tonicidad y elasticidad de la piel). Abunda en carnes, vísceras, pescado, huevos, cereales completos y legumbres.

No olvidar: una alimentación equilibrada favorece un adecuado funcionamiento de nuestro organismo.

Cuidemos los Pies

22 noviembre, 2017

Cuidados en el pie en pacientes Diabéticos

Como todos sabemos, unos de las complicaciónes más temidas de diabetes es la pérdida total o parcial de un miembro, que en la mayoría de los casos se deben a lesiones producidas por accidentes domésticos los cuales son generalmente prevenibles y evitables.
Las lesiones son producidas por un descuido o por menospreciar una pequeña lesión como las lesiones entre los dedos o en las uñas (la mayoría producidas por hongos “micosis” , lesiones punzantes y/o cortantes que suceden a un traumatismo, la aparición de ampollas por utilizar calzado inadecuados, quemaduras solar, química y físicas en los pies y otras.
Como verán estás causas son totalmente evitables, simplemente con algunos de los cuidados que debemos tener presente:
Un buen cuidado de los pies consistente en:

1- Controlar y tener un buen perfil metabólico (glucemias estables y dentro de las metas) y realizar diariamente actividad fisica (como mínimo una caminata diaria)
2- Higienizar diariamente los pies, especialmente entre los dedos y secar completamente usando el secador del cabello en frío manteniendo la piel suave e hidratada con una crema humectante, tanto mujeres como hombres.
3- Examinar los pies regularmente, prestando especial atención al cambio de color y temperatura, descamación de la piel y pequeñas lesiones. Ante esta situación consultar al médico.
4- Cortar las uñas de los pies en línea recta y luego suavizar con una lima de uñas. No cortar las esquinas de las uñas de los pies, ya que corre riesgo de que la uña se encarne.
5- Utilizar medias blancas de algodón para mantener secos los pies y poder observar en la media cambios de color por suciedad, cuerpos extraños, mancha de sangre.
6- Antes de calzarse deberá asegurarse que el calzado no tenga nada dentro para evitar lesiones, revisar los zapatos/zapatillas por si presentan algún cuerpo extraño.
7- Utilizar un calzado adecuado, cómodo, que no apriete, que no oprima los dedos y que cubra bien el pie. Si al calzarse durante unos minutos vemos al sacar el pie que alguna zona del mismo se enrojeció significa que éste calzado no es adecuado.
8- Consultar al medico periódicamente para el control de los pies y realizar una evaluación específica del pie diabético con equipo especializado por lo menos una vez al año.
9- Los NO :
– No deambular descalzo.
– No usar bolsas de agua caliente, u otro tipo de fuente de calor en los pies.
– No aplicar telas o bandas adhesivas directamente sobre la piel.
– No tratar los callos, uñas encarnadas uno mismo debemos consultar con podólogo universitario .
– No utilizar productos como callicidas, desinfectantes coloreados, etc.

Fibra dietética

8 noviembre, 2017

La fibra dietética es el componente de varios alimentos de origen vegetal, como los cereales, frutas, verduras y legumbres, que no puede ser digerida por el organismo. La fibra es el esqueleto de los vegetales formados por unas sustancias aparentemente inertes que puede ser fermentadas por algunas bacterias pero no desdobladas por las enzimas digestivas por lo que no se pueden absorber

¿ Qué tipos de fibra hay ?

Puede dividirse en dos grupos principales según sus características y sus efectos en el organismo. Estos dos tipos son: fibra insoluble y fibra soluble.

* La fibra insoluble, no se disuelve en agua. Este tipo de fibra se encuentra en alimentos como el salvado de trigo, granos enteros y las verduras. Su principal acción en el organismo es aumentar el volumen de las heces, disminuyendo el tiempo de tránsito de los alimentos y las heces a través del tubo digestivo. Como consecuencia, este tipo de fibra, al ingerirse diariamente, facilita las deposiciones ayudando a eliminar el estreñimiento.

* La fibra soluble, se disuelve en agua y se encuentra en las legumbres, la avena, la cebada y algunas frutas. Las dietas altas en fibra soluble y bajas en grasa disminuyen los niveles de colesterol sanguíneos. Además este tipo de fibra y los componentes que contiene puede regular la absorción intestinal de los azúcares procedentes de los alimentos.

¿ Qué características tiene la fibra ?

* La fibra alimentaria es resistente a la digestión: Es inatacable por los fermentos y enzimas digestivas humanas porque no pueden degradarlas, al contrario que el aparato digestivo de los rumiantes y roedores que poseen celulasas producidas por bacterias comensales.

* La fibra tiene gran capacidad de absorción y retención de agua. Todas las fibras lo hacen en mayor o menor medida.

* Secuestran sustancias que quedan entre las redes que forma la fibra, y ayuda a que sean eliminadas, cómo:

1. Proteínas, hidratos de carbono y grasas que retrasan su absorción en presencia de fibras.
2. Sales biliares: La fibra aumenta su eliminación por las heces, y bajan el colesterol biliar , también disminuye la absorción de las grasas . .
3. Minerales como Calcio, Zinc, Magnesio, P, Fe y vitaminas. Al unirse a la fibra dietética también se impide su absorción siendo en este caso un efecto secundario indeseado de estas sustancias.

* Fermentación en el intestino grueso, parcialmente por las bacterias cólicas. La fibra llega al colon inalterada y allí es atacada por bacterias

¿Cuáles son los Beneficios de la Fibra dietética?

* Estreñimiento: El efecto más conocido de la fibra insoluble, es su capacidad de facilitar la defecación al absorber el agua y formarse heces menos consistentes. Por lo tanto, un contenido adecuado de fibra en la alimentación es fundamental para prevenir y ayudar a eliminar el estreñimiento.

* Diverticulosis o enfermedad diverticular: Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de pequeñas bolsas en las paredes del colon en forma de dedo de guante. Los alimentos ricos en fibra, al suavizar y ayudar a expulsar las heces, pueden ayudar en su prevención.

* Obesidad: La obesidad es una enfermedad que está asociada con la hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, diabetes mellitus y muchos tipos de cáncer. Por lo tanto, mantener un peso corporal adecuado es una medida muy saludable. Las dietas altas en fibra pueden ayudar a controlar la obesidad por dos razones principales: primero, las dietas altas en fibra poseen menos calorías en mayor volumen del alimento; segundo, este tipo de dietas facilitan la ingestión de menor cantidad de alimentos debido a que prolongan el tiempo de masticación y por su volumen, ayudan a producir más rápidamente la sensación de saciedad.

* Cáncer de colon: Aunque aisladamente una dieta rica en fibra no protege del cáncer colorrectal, los estudios epidemiológicos señalan que las dietas ricas en fibra están asociadas al consumo de alimentos vegetales que contienen micronutrientes protectores del cáncer, al menor consumo de alimentos de origen animal que contienen gran contenido de grasas, a menor obesidad y en general a un estilo de vida más saludable que protege del cáncer colorrectal.

* Diabetes mellitus: Un aumento en la ingesta de fibra dietética, particularmente de tipo soluble, mejora el control de la glucemia, disminuye las concentraciones plasmáticas de lípidos en los diabéticos tipo 2, lo que confiere un perfil idóneo de protección cardiovascular

La FDA aconseja entre 30 y 40 g/día de fibra. Es muy importante no abusar tampoco de la fibra desmesuradamente por los posibles efectos nocivos que puede tener como la pérdida de absorción de determinados micronutrientes como el hierro, calcio, cobre, magnesio y vitamina B, desequilibrio de la dieta etc. Entre sus efectos no deseados podemos encontrar que puede entorpecer la digestión y la absorción de proteínas. También meteorismo que es incómodo en las personas que lo padecen. Como conclusión se puede decir que hay que comer de todo en su justa medida.