Archivado en 26 marzo 2014

DISPEPSIA FUNCIONAL

26 marzo, 2014

La dispepsia funcional es un cuadro clínico multifactorial, generalmente recurrente, caracterizado por la presencia de signos y síntomas que producen malestar o displacer en el abdomen superior, que cuando no tiene correlato orgánico se denomina dispepsia funcional

Una de las causas principales es el acelerado estilo de vida que siguen muchas personas. El sistema digestivo, que comienza en la boca, es la frontera entre el mundo exterior y nuestro interior. Es ahí donde se comienza con el proceso digestivo………al que habitualmente ignoramos !
Los síntomas más comunes de la dispepsia funcional, son: sensación de plenitud gástrica, dolor de estómago después de comer, distensión estomacal, nauseas, eructos, presencia de acidez, ardor y dolor detrás del pecho, producido por el ácido gástrico que sube hacia la boca, signo conocido como reflujo gastroesofágico y que se manifiesta por ardor o pirosis. Muchos pacientes lo describen como la sensación de tener una brasa o fuego detrás del pecho y de sentir gusto a vinagre en la boca.
Hay tratamientos farmacológicos, pero son muy importantes las pautas nutricionales.

Para evitar situaciones digestivas indeseables nos conviene:

• Comer despacio y de manera relajada, dedicando como mínimo 20 – 30 minutos a esta parte tan importante del día. Es fundamental comer sin prisas, destinar tiempo para hacerlo con tranquilidad y evitar las situaciones de estrés, agitación antes y después de las comidas.
• Evitar el tabaco, el alcohol y los fármacos antiinflamatorios que casi siempre tienen un efecto irritativo sobre las mucosas del tracto gastrointestinal. El café es mal tolerado por algunos dispépticos.
• Evitar los chicles, ya que pueden causar ingestión de aire (aerofagia).
• Comer con frecuencia y en pequeñas cantidades ya que favorece el vaciamiento gástrico.
• Masticar bien los alimentos, ya que la digestión de muchos de ellos (cereales, papas y legumbres) comienza en la boca. De esta manera se aprovecha más su valor nutritivo y se predispone al cuerpo hacia una mejor digestión. Y además con la masticación se ayuda a la formación del bolo alimenticio que le dará menos trabajo al estómago.
• Evitar condimentos que irriten la mucosa gástrica y aumenten la acidez estomacal (exceso de sal, especias fuertes, mostaza). Las comidas pueden condimentarse hierbas aromáticas digestivas como tomillo, salvia, comino, tomar infusiones digestivas o relajantes de manzanilla, melisa, malva, tilo.
• Evitar los excesos: comer demasiado, tomar comidas y bebidas muy frías o muy calientes, alimentos fritos, azúcar, tabaco, alcohol, café y té.
• No acostarse inmediatamente tras las comidas. Es recomendable una caminata tranquila.

Actualmente no existe un tratamiento que sea eficaz en todos los casos de dispepsia funcional debido al escaso conocimiento de sus causas.

El tratamiento a seguir debe ser individualizado, en función de los síntomas que presente el paciente. La clave está en mejorar su calidad de vida, ya que la dispepsia es una afección crónica

Ejercicio físico y diabetes

19 marzo, 2014

La actividad física es clave tanto en la prevención de la diabetes como en su tratamiento

El ejercicio físico junto con la dieta y el tratamiento farmacológico conforman el tratamiento de la diabetes, todos a un mismo nivel. No obstante, la actividad física, según estudios recientes, forma parte de los hábitos saludables que ayudan a prevenir su desarrollo, ya que pueden reducir a más de la mitad su incidencia

30 minutos de ejercicio moderado cinco días a la semana

No hay duda alguna sobre lo beneficioso que es para la salud el ejercicio físico moderado, incluso para las personas con diabetes. De hecho, es clave en su abordaje junto con la dieta y el tratamiento farmacológico.

Un estudio publicado por el CDC (Centers for Disease Control and Prevention) estadounidense ha puesto de manifiesto que con una pequeña pérdida de peso total (del 5% al 7%), practicar 30 minutos de actividad física cinco días a la semana y seguir una dieta saludable, se consigue demorar su desarrollo y, posiblemente, prevenirla hasta en un 60%. Para estas conclusiones se recogieron datos de 3.234 individuos con riesgo alto de diabetes, además de con sobrepeso e intolerancia leve a la glucosa.
Si la persona ya sufre diabetes, los beneficios no son pocos. Por un lado, aumenta la sensibilidad a la insulina, lo que significa que con menos medicación se obtiene una mejora en el control de la enfermedad. Además, cumplir con la norma de 30 minutos de ejercicio moderado cada día, cinco días a la semana, en pocas semanas se logra disminuir la grasa corporal y el peso y, por consiguiente, hay una mejora de otros parámetros de riesgo cardiovascular que están aumentados en personas con diabetes, como la hipertensión arterial y las dislipemias. Todo ello ayuda a prevenir las complicaciones de la enfermedad.
De hecho, en todas las investiaciones realizadas hasta el momento en personas con alto riesgo de sufrir diabetes, los resultados son claros: la modificación del estilo de vida es más efectiva que el uso de fármacos.

Según la Fundación para la Diabetes, los factores de riesgo relacionados con esta enfermedad son:
Edad: tener más de 45 años (el peligro de desarrollar diabetes tipo 2 aumenta con la edad).
Sufrir sobrepeso u obesidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que valores de IMC (índice de masa corporal) entre 25 y 29,9 es sobrepeso, y de 30 o más, obesidad. Pero esta medida no es útil en niños, mujeres embarazadas, ancianos y personas con masa muscular muy desarrollada.

Tener un perímetro de cintura elevado, que en hombres se considera si supera los 102 cm y en mujeres los 88 cm.
Antecedentes personales de niveles de glucemia elevados durante un tiempo, aunque ya se hayan resuelto, como en el embarazo, o secundario a la toma de algún fármaco.

Tener antecedentes familiares con diabetes (padre, madre o hermanos e, incluos, tíos y sobrinos).
Hipertensión arterial.

La inactividad física, es decir, dedicar menos de tres horas semanales a hacer ejercicio.

Otros especialistas en diabetes añaden estos factores: tener cifras de colesterol HDL bajas (menos de 35 mg/dl para lo hombres y 40 mg/dl para las mujeres) o triglicéridos altas (más de 250 mg/dl).