Archivado en 29 agosto 2018

Síndrome urémico hemolítico

29 agosto, 2018

Es un trastorno que ocurre generalmente cuando una infección en el aparato digestivo produce sustancias tóxicas que destruyen los glóbulos rojos, causando lesión a los riñones.

¿Cuál es la causa de esta enfermedad?
El origen de la enfermedad es la liberación de una toxina por las bacterias que producen la infección intestinal inicial. La bacteria más frecuentemente inculpada es la Echerichia Coli O-157 (una cepa de la bacteria ) su reducto más frecuente son los intestinos de los animales vacunos, y en menor frecuencia la Salmonella y Shigella.
Es más frecuente en niños y es la causa más común de insuficiencia renal aguda en este grupo.

¿Cómo se adquieren estas bacterias y como se puede evitar la infección?
Como se dijo estas bacterias, especialmente la E. coli O157, se encuentra en el intestino de animales vacunos, cerdos y ovejas, y se puede transmitir a través de los productos cárneos ( hamburguesas, jamón crudo, carnes en general) mal cocinados o crudos, pero también a través de las deposiciones de otros niños infectados, en guarderías, o a través del agua no potable.
La costumbre de comer carnes crudas, de algunas culturas, es perjudicial para erradicar estas bacterias del ambiente humano

¿Cuáles son los síntomas ?
El síndrome urémico hemolítico (SUH) a menudo comienza con síntomas como vómitos y diarrea, los cuales pueden tener sangre. Se acompaña también de fiebre, debilidad, hematomas, palidez. Las personas con esta afección pueden orinar menos de lo normal y la diuresis puede llegar casi a suspenderse. La destrucción de los glóbulos rojos lleva a síntomas de anemia.

¿Cómo se trata esta enfermedad?
Cuando se hace el diagnóstico, la enfermedad ya se ha producido y muchas veces ni siquiera se puede encontrar la bacteria que produjo el daño. Por lo tanto el tratamiento se reduce a compensar las alteraciones que produjo la toxina principalmente en la sangre y el riñón. Se vigila cuidadosamente las cantidades de agua y minerales que entran y salen del paciente (si no elimina orina debe hacérsele diálisis peritoneal), evitar que suba la urea, el potasio y otros compuestos de la sangre, con alimentación adecuada o diálisis y en general mantener al paciente en las mejores condiciones posibles.
Las transfusiones sanguíneas están indicadas cuando los glóbulos rojos se destruyen y la anemia es importante.
La reparación del daño sanguíneo y renal se lleva a cabo entre 7 a 10 días, desde que se diagnostica la enfermedad y en ese lapso debe mantenerse el paciente con sus funciones normales.

¿Cómo prevenirlo?
. Asegurar la correcta cocción de la carne: la bacteria se destruye a los 70° C. Esto se consigue cuando la carne está totalmente cocida, es decir, sin partes rojas
. Tener especial cuidado al cocinar la carne picada, pues es muy difícil obtener una cocción uniforme
. Utilizar diferentes fuentes y cubiertos al manipular carne cruda y cocida
. Evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos, dentro y fuera de la heladera
. Consumir jugos de frutas, leche y derivados pasteurizados y conservarlos en la heladera
. Lavar cuidadosamente las frutas y las verduras
. Consumir alimentos de procedencia conocida y confiable
. Mantener siempre la cadena de frío de los mismos
. Asegurar el correcto lavado de las manos antes de manipular los productos comestibles
. Evitar que los menores de dos años ingieran comidas rápidas
. No bañarse en aguas contaminadas
. Consumir agua potable o previamente hervida

Nutrición para el adulto mayor

22 agosto, 2018

A medida que envejecemos, nuestro organismo sufre cambios que necesitan una adecuación correcta de la alimentación para prevenir enfermedades y evitar estados de malnutrición, tan frecuentes a estas edades.
Las necesidades energéticas son, de entrada, inferiores, porque se reduce el metabolismo basal (la energía utilizada por el organismo para mantener las funciones vitales), y porque se realiza menor actividad física, además al envejecer, perdemos masa magra (músculo) y ósea (hueso). Por eso, es necesario tomar alimentos proteicos, con el fin de mantener una buena reserva y disminuir la atrofia muscular.

Pautas a tener en cuenta:

-Coma con poca sal o sin ella (en caso de hipertensión arterial). Utilice especias o hierbas aromáticas: tomillo, albahaca, clavo, limón, laurel, perejil, ajo o cebolla. La cocción al vapor conserva más las vitaminas y el sabor natural de los alimentos que hervirlas.
-Aumente el consumo de verduras , frutas , legumbres y productos integrales. Son ricos en vitaminas, minerales y fibra. Previenen el estreñimiento. Al menos un cítrico al día, para que no le falte vitamina C; le protegerá de infecciones.
-Consuma aceites como oliva, soja, o girasol.
-Incorpore pescado y pollo sin piel ya que son ricos en proteínas y pobres en grasa saturada, relacionada con el aumento de colesterol. La carne roja desgrasada y preferiblemente picada.
-En caso de inapetencia, enriquezca los platos para que sean más nutritivos. Añada leche en polvo a la leche, o clara de huevo a los purés, cremas o sopas; miel en el yogur; frutos secos blandos ( pasas de uva, higos , ciruelas desecadas)
-Si tiene dificultad para masticar o tragar, modifique la textura de las comidas: purés de legumbres o verduras, sopas, sémolas, arroz bien cocido; carne y pescado en forma de hamburguesas, albóndigas, croquetas, gelatinas de sabores, frutas maduras, en compota, productos lácteos como yogures, flanes, etc.
-Si padece alguna afección gástrica, fraccione las comidas, consuma verduras cocidos, frutas sin cáscara, evite infusiones.
-No deje de consumir alimentos con contenido en calcio: leche, yogurt, quesos…aunque sean con bajo contenido en grasa, contienen calcio
-Trate de hacer algún ejercicio sencillo como andar o subir escaleras, mejorará la evacuación intestinal, los niveles de calcio en sus huesos y le ayudará a abrir el apetito.

Obesidad infantil: la obesidad como epidemia global

15 agosto, 2018

Considerada una epidemia global, la obesidad es una enfermedad que creció notablemente en la población infantil.
En Argentina, el 60% de las personas adultas tiene sobrepeso u obesidad, la cifra indica la seriedad del problema y tanto más preocupa saber que el exceso de peso a edades tempranas aumenta la posibilidad de ser un adulto obeso con mayores consecuencias sobre la salud futura
.

Conocer los factores que predisponen a ella le ayudará a prevenir su aparición desde la infancia.

La obesidad es la forma más frecuente de malnutrición en los países desarrollados. Aparece cuando la ingesta de alimentos energéticos supera al gasto de energía y por consiguiente, se almacenan en el organismo como tejido graso. Si se tiene en cuenta que una sobrealimentación excesiva durante la infancia tiene una probabilidad del 60-80% de ser obeso cuando se es adulto, es fundamental que tanto los pediatras, como padres y educadores tomen medidas preventivas para que un sobrepeso en la infancia no se perpetúe en la vida adulta.
La obesidad infantil de tipo nutricional puede generar complicaciones ortopédicas, respiratorias y cutáneas. Los niños con sobrepeso corren el riesgo de sufrir diabetes, colesterol e hipertensión. En definitiva, todas ellas conducen a padecer de enfermedades cardiovasculares.

¿Genes o estilo de vida?
Existe una predisposición genética a padecer obesidad, junto con la combinación de factores hereditarios y ambientales que son los que determinan que un niño propenso a engordar desarrolle la enfermedad y explican, además, el crecimiento de la obesidad y el sobrepeso en los últimos años. Los genetistas de la obesidad afirmaron que la heredabilidad del peso corporal era de hasta un 70 % si ambos padres son obesos, y de un 30 a 40 % si uno sólo lo es.
En el genoma humano se han identificado diversos genes candidatos a la predisposición genética de padecer obesidad, sin descuidar la acción del medio ambiente como, los cambios en estilo de vida que ayudan a entender esa tendencia.
En la rutina alimentaria hay una disminución de la comida casera y un aumento de los menúes rápidos y de delivery. Los alimentos industriales ricos en grasas saturadas – comidas elaboradas, golosinas – dejaron de ser de consumo ocasional.
Los entretenimientos que ofrece la tecnología –televisión, computadora, juegos- tientan a pasar largas horas frente a la pantalla y propician el sedentarismo, mientras que las publicidades incitan al consumo de alimentos no saludables. Las actividades físicas, deportivas o al aire libre se fueron limitando, en ocasiones, por falta de tiempo de los padres para acompañar a los chicos, o inseguridad, problemas económicos, etc.

Otro aspecto a considerar son las actitudes que la familia del niño tiene hacia la comida, puesto que en muchas ocasiones a los padres les satisface que sus hijos coman mucho.
La primera persona de referencia ante el exceso de peso en un niño es el pediatra, quien normalmente realiza un seguimiento y observa cómo fue evolucionando el crecimiento de un niño. Cuando éste lo aconseje es importante hacer una consulta con un médico especialista en nutrición como guía para comenzar a generar buenos hábitos alimentarios.

Podemos incluir conductas saludables para favorecer un peso normal:</strong>
-Realizar las cuatro comidas principales. Evitan el “picoteo” sobre todo de golosinas o snacks
-Fundamental que los chicos desayunen porque tiene una incidencia sobre el rendimiento escolar
-La alimentación variada debe ser incorporada desde pequeños
-En los niños, hay que insistir especialmente con la actividad física.
En la medida que tengan mayor desgaste energético podrán compensar la ingesta de calorías necesaria en la etapa de crecimiento
-Mantener una buena hidratación y preferir la ingesta de agua o jugos naturales. El consumo de gaseosas suele ser un hábito arraigado desde pequeños y, aunque no debe ser prohibida, sí deberá ser limitada.
-Evitar la tentación del kiosco en la escuela. Enviar alimentos alternativos –barras de cereal, frutas secas, frutas frescas- y negociar condicionando la cantidad de dinero que dispondrán.

Una alimentación sana y equilibrada desde edades tempranas, un estilo de vida no sedentario y un entorno familiar con hábitos saludables son condiciones básicas para abordar el sobrepeso y obesidad.