Archivado en 8 abril, 2015

Cirugía bariátrica: un eficaz tratamiento contra la obesidad

8 abril, 2015

Adelgazar es siempre difícil, pero en ocasiones parece imposible, sobre todo en pacientes con obesidad mórbida, que han presentado fracasos a distintos tratamientos y que están con alguna patología asociada a la obesidad, como por ejemplo: enfermedad coronaria, hiperlipemia, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, problemas respiratorios y trastornos osteoarticulares. En estos casos, el fracaso de las medidas higiénico-dietéticas y farmacológicas deja como única salida la práctica de la cirugía bariátrica, técnica no exenta de riesgo, pero que puede salvar vidas.

Su nombre deriva de la palabra griega ” baros ” que significa peso

La obesidad mórbida es mucho más que una cuestión estética. Quienes la padecen son individuos con un índice de masa corporal (IMC) por encima de 40, y la estadística advierte que un IMC superior a 35 duplica el riesgo de muerte. La cirugía bariátrica es considerada en la actualidad como el método más efectivo para las obesidades mórbidas que no han respondido bien a otras estrategias terapéuticas. Su objetivo es reducir la morbimortalidad asociada a la obesidad. Tras la intervención, con un adecuado control médico, hábitos alimenticios saludables y ejercicio físico, los pacientes pueden perder entre el 60% y el 70% del peso inicial.
No se trata de una cirugía plástica, sino que pertenece al campo de la cirugía general y gastroenterológica.

La cirugía bariátrica no debe asumirse cómo un remedio infalible contra la obesidad. Algunas variantes de la intervención producen modificaciones permanentes, y las que son transitorias, como la banda gástrica, no están exentas de riesgos y efectos secundarios postquirúrgicos. No se trata tampoco de una cirugía endocrina, puesto que las glándulas de secreción interna (como tiroides, paratiroides, páncreas y suprarrenales) no están implicadas ni se interviene sobre ellas. En función de las características del paciente, el cirujano puede optar por una de las tres modalidades de cirugía bariátrica: la restrictiva, que reduce la capacidad del estómago; la malabsortiva, evitando que se absorba gran parte de lo ingerido en la dieta, y la mixta, que no es más que una combinación de las dos anteriores.
Este tipo de intervenciones acreditan en conjunto un índice de éxitos del 72%, de forma que a los dos años de la intervención los pacientes llegan a perder una media del 50% de su peso.

¿Y cómo es la vida después de una intervención de estas características?
Los expertos subrayan que los hábitos de vida del paciente tras la operación determinan el nivel de éxito, empezando por la alimentación y terminando por la capacidad para adaptarse a una nueva vida que incluya una actividad física que antes era imposible realizar.
Las operaciones restrictivas gástricas necesitan también una correcta educación, motivación y cooperación del paciente para mantener una adecuada ingestión de proteínas, minerales y vitaminas. Es importante recordar que la visita con el médico especialista en Nutrición ayudará en gran parte al mantenimiento del éxito logrado, trabajando sobre la conducta alimentaria.