Archivado en 8 junio, 2016

Menos Sal más vida

8 junio, 2016

Uno de cada tres argentinos tiene la presión alta y una de las causas es el consumo en exceso de sal: 12 gramos por día, cuando lo recomendado por la OMS es menos de 5.

Varios ministerios nacionales trabajan con la industria alimentaria y ONGs para poder disminuirla, a partir del proceso de elaboración del producto.
El consumo de sal puede llegar a ser más del doble de lo sugerido, motivo por el cual todos los grupos de edad, incluidos los niños, se ven afectados.
Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son contundentes: el aumento de la presión arterial en el mundo es el principal factor de riesgo de muerte y el segundo de discapacidad por enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal.
Y aporta otro dato más: en América, entre 1/5 y 1/3 de todos los adultos tiene hipertensión y una vez que alcanzan los 80 años se puede esperar que más del 90% sea hipertenso. La causa: a medida que se aumenta el consumo de sal dietética, también lo hace la presión arterial. Y justifica: la típica dieta moderna proporciona una cantidad excesiva de sal, desde la infancia hasta la edad adulta.
Ocurre que la cantidad recomendada de ingesta de sal por día por persona es inferior a 5 gramos, pero el consumo puede llegar a ser más del doble de lo sugerido, motivo por el cual todos los grupos de edad, incluidos los niños, se ven afectados.
Otro dato que no tenemos en cuenta es que agregar sal a nuestros platos no es el único problema: en la mayoría de la población, la mayor cantidad de sal en la dieta proviene de los platos preparados y de alimentos precocinados, incluyendo pan, carnes procesadas e incluso cereales para el desayuno.
En este sentido, la OMS asegura que la reducción del consumo de sal en la población es una de las medidas más costo-eficaces para la salud pública, ya que puede disminuir las tasas de una serie de enfermedades crónicas y condiciones relacionadas.
Siguiendo estas recomendaciones, el Ministerio de Salud de la Nación viene impulsando una campaña para promover la elaboración de pan con menor cantidad de sal agregada -“Menos sal, más vida”-, que surgió de una prueba piloto realizada en 2006, cuyo trabajo fuera publicado en la edición de febrero de 2011 en la Revista Panamericana de Salud Pública, publicada por la Organización Panamericana de la Salud.
La campaña ‘Menos sal, más vida’ empezó por las panaderías -que en el país suman 25.000, lo que permitió que a toda la población le llegue un producto más saludable- pero que lentamente pudimos ir extendiéndola a otros sectores de la industria alimentaria”.
De todos modos, no se trata de eliminar el consumo de sal, pero éste debe limitarse.

Hay algunas tácticas que pueden emplearse para minimizar el con sumo de sodio:
• Utilice condimentos naturales como ajo natural, cebolla, pimienta, ají para las carnes o proteínas, consuma perejil picadito, y en los casos de ensaladas agregue jugo de limón o naranja que dan un toque diferente. El uso de especias como albahaca, eneldo, tomillo, etc., son una buena alternativa.
• Consuma alimentos frescos, naturalmente los alimentos contienen sodio, pero el error consiste en sobrepasar los límites recomendados agregando aderezos con sodio.
• Disminuya el consumo excesivo de productos con sodio y así se acostumbrará a ingerir menos salado.
• Prefiera alimentos que declaren ser reducidos en sodio. Tome la costumbre de no añadir sal al cocinar, de esta manera controlará lo que usted le pueda agregar al momento de comer el alimento. De igual manera exíjalo si come en restaurantes.
• Elimínelos aderezos como mayonesas, mostaza, kepchut y salsas de condimentar.
• Preferiblemente prepare sus alimentos al vapor para conservar mejor el contenido natural del sodio del alimento y así no tendrá/ necesidad de añadir sal.