Archivado en 19 mayo, 2009

Nutrigenómica

19 mayo, 2009

La Ciencia de la Nutrición en el siglo XXI incorpora el conocimiento del metabolismo, de las interacciones genes-nutrientes y de los alimentos, con la finalidad de mejorar la alimentación y la salud y ofrecer, cada vez más, una Nutrición Personalizada.

La Nutrigenómica incorpora el conocimiento sobre nuestros genes y su expresión al desarrollo de la Nutrición.  El objetivo es que logremos una mejora en la alimentación, y en consecuencia de la salud.

Así los profesionales en Nutrición deberán ser capaces no sólo de entender la Nutrición desde un punto de vista clásico, sino capaces también de aplicar e incorporar las nuevas tecnologías de la era Post-Genómica (como la genómica funcional, la epigenómica, la transcriptómica, la proteómica y la metabolómica), de conocer los conceptos de Biología de sistemas, de aplicar estos conocimientos que nos aportan las nuevas tecnologías ómicas a casos concretos,  ser capaces de:

  • conocer con más profundidad las interacciones Genes-Nutrientes
  • tener un buen conocimiento sobre los Alimentos Funcionales y su industria
  • estar entrenados en el campo de la Seguridad Alimentaria 
  • poder integrar todo esto para  no simplemente a dar consejos generales a la población sobre una vida y una alimentación saludables, sino de establecer realmente lo que se conoce como Nutrición Personalizada, que considera tanto las propiedades saludables de los componentes de los alimentos como el background genético de cada persona con el fin de mejorar su calidad de vida.

En Europa, existe una importante red de especialistas en Nutrigenómica (que son destacados referentes mundiales), la Red de Excelencia Europea de Investigación en Nutrigenómica, la NuGO (the European Nutrigenomics Organization). La NuGO es una red única en este campo, avalada por la concesión por parte de la Comisión Europea del distintivo de “red de excelencia investigadora” y por la calidad científica de sus miembros. La existencia de dicha organización en el ámbito europeo pone de manifiesto el gran interés que genera el tema de la Nutrición y la Nutrigenómica.

Una forma sencilla de entender el concepto de Nutrigenómica y Nutrición Personalizada, simplificando mucho, puede ser imaginándonos una hipotética situación para un futuro, tal vez no muy lejano, en que podríamos ir a un centro especializado en que nos realizarían una serie de pruebas a partir de una muestra de sangre utilizando tecnologías ómicas, a continuación se establecería nuestro perfil nutrigenómico, que se ligaría con toda una lista de recomendaciones nutricionales personalizadas, de forma que podríamos ir al supermercado a elegir aquellos alimentos más apropiados para nuestro genotipo y fenotipo concretos con la finalidad de mejorar nuestro estado de salud y bienestar y prevenir enfermedades.

Además, el gran reto de la nutrigenómica está en mejorar:

  1. la capacidad de adaptar el consumo de nutrientes a las necesidades genéticas de cada individuo para evitar enfermedades y mejorar la calidad de vida.
  2. la modulación de la expresión génica mediante modificaciones nutricionales con efecto a lo largo de la vida del individuo.
  3.  la posibilidad de transmitir estos patrones a la descendencia: epigenética

Esto es el futuro, hoy una alimentación saludable se basa en alimentos que han demostrado su perfil saludable ya sea en estudios científicos o por consenso de expertos.

Alimentos funcionales (en la literatura especializada se suele abreviar como AF) son aquellos alimentos que son elaborados no sólo por sus características nutricionales sino también para cumplir una función específica como puede ser el mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades.

No existe una definición mundialmente acordada para catalogar este tipo de alimentos, no obstante algunas de las agencias internacionales y de los organismos gubernamentales de algunos países encargados de vigilar la salud alimentaria han diseñado pequeñas definiciones genéricas.

Un ejemplo es el Food Information Council (FIC) definen a este tipo de alimentos como aquellos alimentos que proporcionan beneficios para la salud más allá de la nutrición básica. Otra definición recalca por ejemplo la demostración científica en el alimento de mejora en una o varias funciones en el organismo.

Para ello se les agregan componentes biológicamente activos, como minerales, vitaminas, ácidos grasos, fibra alimenticia o antioxidantes, etc. A esta operación de añadir nutrientes exógenos se le denomina también fortificación.

Este tipo de alimentos es un campo emergente de la ciencia de los alimentos que ve una posibilidad muy amplia de investigación alimentaria. Entre los logros más mencionados en la literatura científica y en el marketing de los productos alimenticios se encuentra la mejora de las funciones gastrointestinales, el aporte de sistemas redox y antioxidante, así como la modificación del metabolismo de macronutrientes.

Existe,  una preocupación creciente desde finales del siglo XX por parte de las autoridades sanitarias en lo que respecta a la educación del consumidor sobre el consumo y las propiedades atribuidas a este tipo de alimentos.
Las autoridades alimentarias y sanitarias de todo el mundo reclaman a los consumidores que el consumo de estos alimentos sea parte de una dieta equilibrada y en ningún caso como un substituto de la misma.

A pesar de este crecimiento en la demanda, la comunidad científica mundial se encuentra evaluando la idoneidad para la salud humana del consumo de este tipo de alimentos, sobre todo si se consideran consumos a largo plazo. Este tipo de alimentos cubre un amplio espectro de posibilidades que pueden ir desde simples cereales y sus productos, lácteos diversos hasta pasar por alimentos de diseño.