Dietas muy bajas en calorías (VLCD ): principales riesgos

18 noviembre, 2015 por Administrador Dejar una respuesta »

Tratar de adelgazar con dietas muy restrictivas que aportan muy pocas calorías es peligroso e ineficaz a largo plazo.Las dietas muy bajo valor calórico o VLCD (very low calorie diets) tienen un valor energético inferior a 800 Kilocalorías diarias, una cifra bastante alejada de las necesidades energéticas medias de una persona (entre 1.800 y 2.200 Kcal. diarias) y son, por definición, deficitarias en nutrientes. Su utilización se vincula, en general, al ámbito hospitalario en el tratamiento postoperatorio de algún tipo de intervención y, con frecuencia, como preparación previa a la cirugía bariátrica. No obstante, desde hace un tiempo, no es infrecuente detectar casos de personas que abordan por su cuenta y riesgo estas estrategias restrictivas en extremo. Esta actitud puede ocasionar graves problemas, ya que se puede incurrir en diversos déficit nutricionales.

En la mayor parte de las ocasiones se recurre a ellas en el tratamiento de obesidades mórbidas, con un índice de masa corporal superior a 40. De igual forma, con frecuencia, las dietas muy bajas en calorías forman parte del tratamiento posquirúrgico de determinadas intervenciones de cirugía bariátrica, en especial, cuando sean de tipo restrictivo. Su efectividad a corto plazo está contrastada y, en un breve periodo, los pacientes constatan pérdidas de peso rápidas. Sin embargo, la mayor parte de la literatura científica atribuye a las dietas muy bajas en calorías una escasa efectividad en el mantenimiento del peso perdido a medio y largo plazo. Diversos estudios afirman que las grandes pérdidas de peso iniciales obtenidas por los individuos que habían seguido VLCD no se mantienen en el tiempo, en contraposición a lo sucedido con los individuos que habían recurrido a otras herramientas para adelgazar basadas en el asesoramiento. La mayor parte de las personas que mantuvieron mejor su peso después de dos años fueron quienes eligieron otro sistema distinto de las dietas muy bajas en calorías.

Pese a la advertencia de sus riesgos, se comienza a detectar un uso importante de las dietas muy bajas en calorías alejado del ámbito clínico, de forma que algunas personas deciden seguir este tipo de tratamiento sin tener en cuenta los riesgos que comporta. En ocasiones, la oportunidad de ponerlas en práctica surge de algún profesional sanitario que proporciona los preparados nutricionales e indica al paciente su forma de administración, pero realiza su seguimiento de forma ambulatoria, utilizando sustitutos cómo: barritas, jarabes, sopas, batidos, etc., cuyo aporte calórico es el elemento limitante y pueden comprometer la ingesta segura de distintos nutrientes.
La mayor parte de las recomendaciones en relación con la conveniencia de su uso, por no decir la totalidad, aluden a la necesidad de limitarlas a la práctica clínica, ya que conviene que el paciente esté monitorizado en todo momento a causa de los riesgos que comporta el abordaje de esta estrategia dietética, en especial, en los casos en que su uso se prolongue en el tiempo.

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