Educación nutricional

15 junio, 2016 por Administrador Dejar una respuesta »

Los consumidores tiene mucha información actualmente sobre los alimentos, lo cual es cada vez más imprescindible para poder aplicar medidas adecuadas de prevención y control alimentario, , de forma que sea el ámbito doméstico el que se encargue de la educación integral de sus miembros……pero para poder enseñar , tenemos que saber !!

En lo relativo a la alimentación, y aplicable a cualquier etapa de la vida, una buena nutrición y una dieta equilibrada ayudan a crecer de forma saludable, a mantener un buen estado de salud en la edad adulta y a prevenir o retrasar enfermedades propias del envejecimiento. Las cinco mejores estrategias son:
• Establecer un horario regular para las comidas que permita conseguir orden y organización en el consumo de alimentos energéticos.
• Servir variedad de alimentos, entre los que se incluyan verduras, legumbres y frutas; reducir e incluso eliminar productos con elevadas concentraciones de azúcar y grasas.
• Dar un buen ejemplo comiendo estos mismos alimentos, no despreciándolos en casa.
• Evitar discutir o generar debates excesivamente intensos durante las comidas, puesto que se puede relacionar la comida con momentos de enfrentamiento. Con ello se impide cualquier intento formativo.
• Involucrar a los niños en el proceso de la alimentación, desde la compra a la preparación de algunas comidas.

Es evidente que tomar estas medidas no es fácil. El devenir de la vida actual, con jornadas sobrecargadas de trabajo, dificulta la preparación de alimentos, una tarea que puede resultar excesivamente tediosa y, en consecuencia, se acaba por optar por las comidas preparadas o por cocinar platos sencillos que se pueden preparar en pocos minutos.
La adolescencia es un buen momento para reforzar los hábitos de higiene y de nutrición Comer en familia, si se convierte en un hábito, es una costumbre agradable y puede que saludable para los padres y sus hijos. A los niños les suele gustar ese período en el que se producen intercambios de información, en el que cada uno puede estar relajado y contar cosas, anécdotas u opiniones. Pero al mismo tiempo, esa situación facilita la imitación, ya que los niños copian las actitudes de sus padres. Por ello, si reciben información correcta sobre el lavado de las manos antes de la comida, la higiene de los alimentos en general, el cuidado de la cadena del frío o la manera en la que se preparan las comidas más habituales, es frecuente que se consiga una mejor manipulación y una mejor nutrición.

Recordar que la comida familiar también ofrece la oportunidad de conocer los alimentos que gustan y los que no y qué tipo de cocinado es más aceptado. El objetivo es introducir, de forma regular, los productos considerados esenciales. Si la formación y la información son adecuadas, sea en la edad adolescente se habrá asumido la base perfectamente. Es en este período cuando es más importante la colaboración de los jóvenes. Es posible que los adolescentes no se entusiasmen con el prospecto de comer en familia. Sin embargo, estudios han mostrado que los adolescentes esperan los consejos y la opinión de sus padres; por lo cual es un buen momento para reforzar los hábitos de higiene y de nutrición.
Hay que prestar especial atención a los alimentos que tenemos en casa ya que los chicos , especialmente los más pequeños, comen cualquier cosa que haya en la casa en cuanto tienen hambre. Es importante controlar los alimentos y colocarlos a alturas o en lugares apropiados y a la vez facilitar el acceso a fruta, yogur o algunos tipos de galletas, barritas, frutas secas, etc.

La mejor manera de estimular a los pequeños a comer saludablemente es dando ejemplo, ya que imitan lo que hacen los adultos. El mensaje más adecuado que puede enviarse es comer frutas y vegetales y reducir la ingesta de alimentos poco nutritivos. Es importante además limitar la cantidad de comida y evitar comer en exceso.
Otro de los puntos fundamentales a la hora de dar un buen ejemplo se basa en evitar cualquier fuente de conflicto durante la comida. Este periodo debe ser un momento para la educación y el intercambio de opiniones e ideas, lo que se convierte en una oportunidad ideal para establecer bases formativas de calidad.

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