El contacto personal con un profesional ayuda a perder kilos y a mantenerse en el peso más saludable tras el adelgazamiento
La llegada del calor invoca a las dietas, al deseo o necesidad de adelgazar para que el cuerpo recupere el tono y la forma. Hay quienes se sienten con suficiente fuerza de voluntad como para volver a los buenos hábitos alimentarios y de vida para perder los pocos kilos ganados. Pero también hay quienes comprenden que su adelgazamiento es más complejo y costoso en el tiempo y confían su salud a profesionales expertos de la nutrición , que les apoyarán durante todo el periodo que dure el tratamiento, tanto el adelgazamiento como el mantenimiento.
El hecho de perder peso, lleva no sólo cambiar unas costumbres alimentarias, sino también unos hábitos de vida fraguados durante años. La tarea de trabajar la voluntad puede llegar a ser la parte más difícil de un tratamiento de pérdida de peso corporal. Por ello, los conocimientos científicos y la motivación son algunas de las claves que aporta el profesional y que pueden ser la semilla del éxito del equipo formado por el paciente y el especialista.
La labor del especialista en Nutrición se centra en la ayuda directa. Se podría decir que hace las funciones de un entrenador que enseña, orienta y motiva a su cliente. La búsqueda del camino más eficaz para alcanzar los objetivos fijados, usando los recursos propios y las habilidades de la persona interesada, puede ser un buen método para perder grasa y sobre todo para mantener el peso durante mucho tiempo.
Los conocimientos sobre alimentación y nutrición que el especialista puede transmitir tienen que convertirse en una herramienta útil que sirva para mejorar la salud.
La persona tiene que aprender a comer para ser capaz de perder grasa corporal; confeccionar su propia dieta, conocer las calorías y los nutrientes de los alimentos que le gustan, comprar de manera adecuada y saber elegir sus menús de cada día, tanto dentro como fuera de casa.
El convencimiento de que el tratamiento va a salir bien es fundamental y para que se dé el especialista ha de crear sólidos pilares en los que éste se sustente. La fijación de unos objetivos realistas y factibles, y el diseño de una estrategia personalizada para alcanzarlos son muy importantes. También es imprescindible contar con las posibles eventualidades del camino prefijado; prevenirlas es una buena alternativa que evite vivencias de fracaso que induzcan al abandono.